El transporte de los niños: ¿dar peces, o enseñar a usar la caña?

Puede que ya lo hayan visto o incluso que hayan ustedes asistido a alguna de las charlas. Dentro del programa STARS Madrid, se organizó una mesa redonda con Francesco Tonucci (Frato), pedagogo y dibujante italiano.

Tonucci aboga por un modelo educativo que estimule la curiosidad y la autonomía de los niños, que les prepare para la vida en sociedad; un lugar en que los niños encuentren motivación en lugar de un entorno de memorización y aburrimiento. Un sitio, en definitiva, en que los niños aprendan haciendo cosas, en lugar de seguir un patrón al dictado.

Y obviamente a Tonucci le parece una locura que los niños de hoy en día no solo no puedan ir a pie o en bici al colegio, sino que no puedan ni salir a la calle solos. Ni en bici, ni a pie. La calle, ese lugar tan peligroso.

Dice Tonucci cosas que a mí, a mis treinta y pocos, me parecen obvias, pero -según parece- en esta sociedad ya no lo son. ¿Cómo hemos llegado a este punto en que un niño no puede salir a la calle a jugar? ¿Qué es preferible para un niño: que le lleven diariamente a donde quiera, o que tenga capacidad de circular con sus amigos por la calle?

En fin, si tienen ustedes hijos o relación con centros educativos, y esta situación también les parece una aberración, ¡pueden hacer algo al respecto! Dentro o fuera del programa STARS, pueden proponer en sus entornos alguna iniciativa similar. ¿Conocen otros padres o profesores que opinen lo mismo? Hablen de ello. Muévanse. Hay esperanza.

En Madrid y en otras regiones hay colegios e institutos que han empezado a cambiar el mal hábito de ir al cole siempre en coche. 13 centros de primaria y 6 de secundaria. Y sus experiencias son replicables: si han podido en Madrid, ¿por qué no iban a poder en otro sitio? En Enbicipormadrid han contado las experiencias del Colegio Santa Isabel o del Montserrat, y tienen mucha más información disponible.

Es un asunto de salud pública (en España, el 28% de los niños entre 3 y 12 años sufre sobrepeso u obesidad, en parte por falta de actividad física), pero también de la educación  y la imagen del mundo que reciben nuestros hijos. ¿El mundo es para los coches o para las personas?