Hemos sido noticia los ciclistas de Logroño por la bicicletada del sábado 17 de abril, convocada para denunciar la incongruencia del Ayuntamiento de Logroño al comenzar a multar por circular en bici en Portales. Vamos a contar simplemente los hechos para que se comprenda por qué llevamos semejante cabreo.
Las promesas
Allá por diciembre de 2012, el actual concejal de Interior y portavoz del consistorio, D. Miguel Sáinz, comunicaba en rueda de prensa la modificación de la Ordenanza de Convivencia para, citamos,
«…permitir la circulación de los ciclistas en doble sentido por las calles peatonales»
…y estamos pegando de la nota de prensa del Ayuntamiento.
En efecto, el Ayuntamiento cumplió en parte su promesa y en marzo de 2013 modificó la famosa ordenanza, que quedó con esta redacción.
Atención a eso de «señalizadas». Señalizadas, ¿pero cómo?
El ¿despiste?
El paso lógico del Ayuntamiento debería haber sido, simplemente, señalizar a este efecto la Calle Portales y las que hubiera sido necesario, y aquí paz y después gloria. Al fin y al cabo, con este propósito se modificó la ordenanza.
Pero en los dos años desde la aprobación de la medida hasta ahora no se ha modificado ninguna señal en Portales. Tampoco se ha apercibido ni multado a nadie hasta este mes de abril. Y eso que está en el PMUS, de diciembre de 2013, como medida a realizar a corto plazo, antes de acabar 2015. Dentro del Ayuntamiento no está claro quién ha faltado a su tarea al «olvidar» esta señalización.
La calle Portales también va en el PMUS como vía ciclista para atravesar Logroño de Este a Oeste y viceversa, como parte del itinerario 2 de este documento, aprobado en pleno en diciembre de 2013.
Esta es la única señal específica de bicis que hay en la C/ Portales, a su entrada por Muro del Carmen.
El uso de facto
Por parte del Ayuntamiento, la asunción del carácter de vía ciclista bidireccional de Portales es tan patente que se incluye, además de en el PMUS, en el mapa de itinerarios ciclistas de enero de 2013. Y en los folletos y materiales de convivencia que reparte, se incluye un resumen que viene a decir lo mismo. Que tengamos noticia, nunca se ha multado ni avisado a nadie por usarlas en los dos sentidos, hasta ahora.
La calle Portales, como otras peatonales, se viene utilizando desde entonces por ciclistas en los dos sentidos, sin que nos consten problemas de convivencia, al menos por esta causa. Es un itinerario muy demandado en su paso por calles peatonales, porque las alternativas son o mucho más largas (Avenida de Portugal, Parque del Ebro) o de mucho tráfico y cuestas (C/ Norte).
Cabe una alternativa a Portales por las calles paralelas (Marqués de San Nicolás, llamada la Mayor, y la calle Caballería), en caso de que haya aglomeración de peatones, como suele ocurrir los fines de semana y las tardes de buen clima. Esta alternativa resulta cómoda para el ciclista porque se puede circular a mayor velocidad y sin esquivar peatones. Pero el Ayuntamiento tampoco parece haberla difundido. Y si nos atenemos a lo que afirma el Ayuntamiento, probablemente tampoco fuera válida, porque ambas calles son de sentido único para vehículos.
La inexplicable decisión de multar
Si la gente utiliza Portales en dos sentidos, además de porque es un itinerario lógico para muchos trayectos, es porque reiteradamente el Ayuntamiento lo ha indicado, difundido y permitido.
De golpe y porrazo, alguien, no sabemos si concejal, técnico, policía o desfacedor de entuertos, se da cuenta de que eso de «señalizadas» no está claro o no se cumple del todo y decide comenzar a poner multas por este concepto a algunos pobres incautos que circulan por Portales hacia el Ayuntamiento. Indica el concejal que han sido pocas, pero el problema es que no se entiende que se ponga ninguna. De ahí todo este barullo.
Es el Ayuntamiento quien ha creado este problema: está creando inseguridad entre los ciclistas al aplicar normas de forma arbitraria, o como mínimo repentina e inesperada.
Peor aún, tampoco se ha previsto ninguna alternativa, como un simple itinerario de sustitución, difundir la nueva norma, nada. La visión legalista del Ayuntamiento, o de parte de éste, les hace pensar que todo el mundo lee el BOR y conoce la normativa al dedillo. Y si no hay itinerario, te vas en coche.
La sentencia de Zaragoza
El Ayuntamiento aduce que una sentencia del Tribunal Supremo al respecto de la Ordenanza ciclista de Zaragoza obliga a señalizar los itinerarios y vías ciclistas en zonas peatonales. Ya hemos hablado en este blog de la misma sentencia, por otra parte muy polémica: tumbó la ordenanza ciclista de Zaragoza, que permitía circular por algunas aceras y zonas peatonales.
La motivación de aquella sentencia es que las bicis son vehículos, y los vehículos no pueden invadir las aceras ni las zonas peatonales. Con esta excusa el Ayuntamiento gana tiempo y reclama que esperemos a aclarar el lío legal mientras sigue sin resolver este problema.
Efectivamente, el Reglamento General de la Circulación impide a todo tipo de vehículos circular por «las aceras y demás zonas peatonales». Y esto nos parece genial: ya hemos hablado aquí de que el mejor sitio para las bicis es la calzada, siempre que las velocidades de los coches se moderen. Pero si bien a primera vista esto parece correcto, resulta que ni Portales, ni Calvo Sotelo, ni Siervas de Jesús, ni la mayoría de calles que llamamos coloquialmente «peatonales» en Logroño son verdaderamente peatonales.
Se trata de calles de tráfico restringido: tienen acceso para vehículos, bien para carga y descarga, bien para que los residentes aparquen en sus garajes. Tienen casi todas ellas una banda de rodadura definida por la que circulan estos vehículos. Si fuéramos a aplicar de forma estricta esta norma, creando zonas totalmente peatonales, habríamos de prohibir absolutamente el acceso de vehículos. Ni carga y descarga, ni acceso a garajes.
Esto es lo que define sobre aceras y zonas peatonales el Anexo I de definiciones de la ley de Tráfico de 1990, que sepamos aún vigente (la ley de 2014 es una modificación de la anterior y los anexos permanecen en vigor). Portales no es ninguna de de estas cosas: por Portales circulan y aparcan vehículos a diario.
55. Acera: Zona longitudinal de la carretera elevada o no, destinada al tránsito de peatones.
56. Zona peatonal: Parte de la vía, elevada o delimitada de otra forma, reservada a la circulación de peatones. Se incluye en esta definición la acera, el andén y el paseo.
Anexo I de la Ley sobre Tráfico, Vehículos a Motor y Seguridad Vial de 1990
Así pues, esta sentencia del Supremo no puede aplicar a la Calle Portales ni a ninguna de las otras. Y de cualquier modo, si aplicase, tampoco podríamos entender por qué el Ayuntamiento, en un alarde de arbitrariedad, decide multar solo en la calle Portales y no en el resto de calles del mismo tipo: ¿a qué estamos jugando?
La respuesta
Desde Logroño en Bici no les ha quedado más remedio que exigir, simplemente, lo que se había prometido y aprobado en pleno: poder usar Portales en ambos sentidos, así como el resto de calles «peatonales» de esta ciudad. Y que se coloque la señalización que sea preciso para que todo el mundo conozca la norma y actúe en consecuencia. Nos parece normal después de 2 años de espera.
Las posibles soluciones
En primer lugar, este problema no es exclusivo de Logroño. Nos consta que en Huesca, en Valencia, en Madrid, en París y en media Europa se admiten soluciones basadas en señalización y una legislación más clara para autorizar este tipo de trayectos en los dos sentidos, por calles «peatonales» o restringidas al tráfico. Así que soluciones técnicas las hay a patadas y seguramente exista una satisfactoria y no demasiado cara. Lo más obvio es armonizar la normativa y la señalización, cosa que no parece especialmente complicada.
Por otra parte, las multas son contraproducentes para resolver los problemas que quieren atacar. Llegan noticias de que algunos comerciantes de Portales se quejan de que hay gente que circula en bici demasiado deprisa, o muy pegada a las fachadas, o no se baja cuando hay muchos peatones en esta calle tan disfrutada por los logroñeses.
La manera de resolver esos problemas es educando a los usuarios y dando itinerarios alternativos más cómodos, como el que citamos de la C/ Marqués de San Nicolás y Caballerías. No solo es dar palos: también hacen falta zanahorias.
El tipo de usuario adolescente o irresponsable que circula como no debe no se arredra por multas, porque ni se molesta en conocer la normativa ni es probable que le pillen y se la pongan. En cambio, esta incertidumbre normativa mete miedo a los ciclistas «de bien» que intentan conocer y respetar las normas.
Y creemos que a Logroño le hacen falta más y mejores ciclistas.