Nueva serie: infraestructuras ciclistas

Inauguramos una nueva categoría sobre infraestructuras ciclistas con una serie de artículos de Marta Serrano Balbuena, ingeniera de Caminos. Nos hablará sobre el carril bici: una herramienta más de las que disponen los planificadores para integrar el uso de bicicleta. Podéis encontrar a Marta en Twitter o en Linkedin.

Carriles bici: una herramienta más

Marta Serrano

Cuando se habla de construir infraestructuras ciclistas se genera usualmente un fuerte debate entre los partidarios de implementar carriles bici y sus detractores.

Los partidarios de la coexistencia completa entre bicis y coches (o ciclismo vehicular) esgrimen los siguientes argumentos:

  • Que no tiene sentido generar infraestructura para cada tipo de vehículo.
  • Que realmente la calzada compartida no es peligrosa y se debe educar a la gente en este sentido.
  • Que el carril bici les coarta la libertad de movimiento.
  • Que lo realmente necesario es una política de calmado de tráfico integral.
  • Que no soluciona los puntos críticos, como los cruces.

Por otro lado, los defensores de la infraestructura alegan:

  • Que el carril bici aumenta considerablemente la seguridad del ciclista.
  • Que aumenta la velocidad del modo y, por tanto, su competitividad.
  • Que integra a colectivos más vulnerables.
  • Que incentiva el uso de la bici.
  • Que es una medida de calmado de tráfico si su implementación reduce el número o el ancho de los carriles.

Realmente, ambas posturas tienen parte de razón. No siempre es necesario construir infraestructura para cada modo.

Sin embargo, la separación de modos ha demostrado su utilidad en multitud de ocasiones y diversos estudios constatan su eficacia a la hora de prevenir accidentes y de fomentar el uso de la bicicleta como modo de transporte.

¿Entonces? Carril bici, ¿sí o no? La respuesta es: depende.

Criterios de los Países Bajos (2007)
Criterios del CROW de Países Bajos (2007) para elegir el tipo de infraestructura ciclista, extraídos de City Cycling, de Buehler y Puch (MIT Press, 2012).  Hay más criterios en el FHWA estadounidense.

Las ciudades y sus gobiernos deben afrontar la disyuntiva desde una perspectiva global. Es obvio que las ciudades españolas no están pensadas para la bici, como tampoco lo están para los peatones o el transporte público: el vehículo privado cuenta con amplios privilegios circulatorios. La política de fomento de la movilidad ciclista debe pasar por un paquete integral de medidas de fomento de la movilidad sostenible; entre ellas, el carril bici es sólo una parte. Dichas medidas van desde reducciones del número de carriles de tráfico y de la velocidad máxima, ampliación de aceras o instalación de badenes, hasta generar la normativa adecuada para este modo de transporte.

Si nos centramos en el uso de los carriles bici, hay que analizar cuándo y cómo son necesarios. La estadística demuestra que el carril bici mejora la seguridad global, disminuyendo tanto el número de accidentes como el número de heridos.

Estadísticas de accidentalidad a los tres años de implantar carril bici separado en Nueva York.
Estadísticas de accidentalidad a los tres años de implantar carril bici separado en Nueva York. Fuente: NYC DOT, vía Streetsblog.

Evidentemente, el mayor número de accidentes se da en las vías con mayor intensidad de tráfico, es decir, las grandes avenidas con multitud de carriles. Por estas avenidas circula un mayor porcentaje de camiones y autobuses y se llegan a alcanzar velocidades de más de 60 y 70 km/h, como ha demostrado la gente de Cazavelocidades.

Además, estas grandes avenidas suelen ser las mejores rutas por las que circular, al ser caminos históricos que a lo largo de los años se han adaptado al tráfico. Es en estas vías donde el carril bici puede prevenir un gran número de accidentes. Además, disminuyendo el número de carriles efectivos para el coche, se ayuda a calmar el tráfico de la vía.

Otro de los ejemplos clásicos de uso del carril bici, muy extendido en ciudades como París, es el de crear un carril a contrasentido en una calle de sentido único. Este tipo de carriles bici aumentan el tamaño de la malla ciclista generando nuevas vías de comunicación. En muchos casos, minimizan desplazamientos y fomentan el uso de la bici. Está demostrada su baja accidentalidad y sus excelentes resultados como parte del calmado de tráfico.

Contrasentido ciclista en Caen, Normandía. Imagen: Wikimedia/dominio público.
Contrasentido ciclista en Caen, Normandía. Imagen: Wikimedia/dominio público.

No vamos a negar que existen casos de mala implementación de carriles bici. El ejemplo más llamativo es la creación de las llamadas aceras-bici, es decir, la creación de un espacio para la bici compartiendo espacio con los peatones. Por un lado, se quita espacio a los peatones, que ya lo tienen muy restringido; por otro, no contribuye al calmado de tráfico ni limita el espacio público dedicado a los coches.

Acera bici en C/ García Noblejas, Madrid. Imagen de Antonio Rodríguez en Ecomovilidad.
Acera-bici en C/ García Noblejas, Madrid. Imagen de Antonio Rodríguez en Ecomovilidad.

Los carriles bici deben ser construidos siempre por la calzada, excepto en zonas peatonales donde se debe estudiar en detalle la idoneidad de su implantación. Deben resolver los cruces de manera funcional y segura para el ciclista, creando zonas donde se pueda desplazar hacia la izquierda en semáforos si necesitan girar.

Y todo ello acompañado de la normativa adecuada que facilite y fomente realmente el uso de la bicicleta en la ciudad como modo de transporte.

No es necesario, como se considera erróneamente, que los carriles bicis formen una malla compacta y completa, sino que se garantice la continuidad a calles tranquilas, donde la velocidad esté limitada y se regule de manera efectiva. Es decir, el carril bici es un elemento más de la planificación de la movilidad y como tal debe ser tratado.


¿Te ha gustado? La siguiente entrega habla de la percepción del riesgo al usar la bici.

marta

Marta Serrano Balbuena es ingeniera de Caminos y consultora de movilidad y transporte. Podéis encontrar a Marta en Twitter o Linkedin.