Nuestra apreciada Directora General de Tráfico, Doña María Seguí Gómez, es una insigne doctora, como ya hemos comentado alguna vez. Tiene experiencia internacional, muchas publicaciones de nivel y un amplísimo currículum que podría servir, solo de puro gordo, para calzar varias mesas.
Entre las múltiples investigaciones en que ha participado Doña María hay una muy interesante. Gracias al estudio de la cohorte SUN que realiza la Universidad de Navarra, un proyecto de recogida de datos a largo plazo mediante encuestas voluntarias, se ha identificado correlación entre la distancia recorrida en vehículo a motor y el riesgo de obesidad. El artículo de marras pueden encontrarlo completo en ScienceDirect (pagando), pero les pego el resumen. Doña Maria es una de las firmantes.
Les traduzco las conclusiones:
Este estudio sugiere un efecto potencialmente pernicioso del uso de vehículos a motor sobre el riesgo de sobrepeso u obesidad.
La expresión está escogida muy cuidadosamente -como todo el lenguaje científico- y requerirá más trabajo de confirmación, pero señala una relación más o menos esperable: cuanto más use uno el coche (o la moto), menos se mueve y más fácil es que engorde. La conclusión no es nueva: existe trabajo previo que indica efectos similares. La diferencia es que estos datos -más o menos fiables, que al final vienen de encuesta y no de observación directa- son españoles.
Doña María, una de las firmantes del artículo, dirige ahora una entidad muy bien relacionada con el sector del motor en España: fabricantes, concesionarios, aseguradoras, empresas de obras públicas, todas ellas colaboran en mayor o menor medida con la DGT. Son empresas poderosas económica y mediáticamente, que dan muchos puestos de trabajo y saben ejercer su influencia. Han conseguido que el Gobierno les subvencione indirectamente con 175 millones de euros para compra de coches nuevos, por ejemplo.
Doña María, como médico, sin duda sabe que es recomendable para la población reducir el uso de vehículos a motor. Ha firmado un artículo que lo sugiere, no hace falta ir más lejos. Y la propia DGT conoce y difunde públicamente los efectos perniciosos de la contaminación del tráfico.
Asma, dolor de cabeza, cáncer, problemas respiratorios ¿Sabes cómo afectan los contaminantes del tráfico a tu salud? http://t.co/0ep6APkHdl
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) February 12, 2014
Pero Doña María, como política en ciernes, tiene un bonito marrón entre las manos. Sabe perfectamente que el tráfico a motor es un peligro para la salud pública, pero ¿creen que podrá o querrá pelearse con el sector del motor para atacar este problema?
¿Se enfrenta Doña María a un conflicto de intereses entre su persona-médico y su persona-político?
Espero y deseo sinceramente que a Doña María le pueda el médico que lleva dentro y encuentre fuerzas para ganar esta lucha. Si lo consigue, saldremos ganando.