Ya veníamos diciendo que esto de reducir el uso de coche y fomentar otros medios de transporte es de rojos subversivos y de perroflautas. Lo han manifestado numerosos grupúsculos comunistoides como la Unión Europea, la OMS, la OCDE o el Banco Mundial.
Apuntándose al carro del anarcosocialismo que nos invade, un notable elemento de desestabilización sociocultural, Don Jorge María Bergoglio, argentino, jefe de estado de Ciudad del Vaticano, y apodado el «Papa de Roma» o «Francisco» por sus simpatizantes, viene a incidir en lo mismo en la encíclica «Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común». Al parecer una encíclica es como una circular para ciclostilar y repartir entre sus simpatizantes, o algo así, pero más largo.
Este caballero es el jefe espiritual de los católicos, que se conoce que también forman un cuerpo subversivo a nivel mundial, a tenor de lo radical de las palabras de su jefe. Si no quieren leer el documento entero, lo resumen en El País, entre otros panfletos izquierdosos.
La encíclica no menciona nada específico sobre la bicicleta, pero sí dice claramente que hay que priorizar y mejorar sustancialmente el transporte público (sic), compartir el transporte entre varias personas (sic) o que en las ciudades no hay suficientes espacios verdes por el abuso del transporte.
Aunque no somos creyentes, nos encantaría que muchos de esos reaccionarios que se dicen católicos, y que afirman que restringir el coche privado llevaría al colapso urbano, tomaran nota de este mensaje. Parece buena señal. ¿no les parece?