Hace poco hablamos de normativa y de qué se puede hacer por adaptarla a los ciclistas. Y hoy hablamos de qué pasa cuando una normativa no se hace cumplir.
El señor Daniel Maldonado -a quien no conocemos, pero nos gustaría- tuvo a bien pedir a la DGT un informe de las multas impuestas por no respetar la distancia de seguridad al adelantar un ciclista. Lo hizo a través de la recomendable plataforma Tuderechoasaber, una iniciativa para solicitar acceso libre a datos públicos impulsada por Access Info Europe y Civio.
Y esta es la amable respuesta de la DGT, que atendió la petición.
Total, unas 70 multas anuales, una cifra realmente baja. La cifra de 2014 no incluye los meses de noviembre y diciembre.
Como bien sabrán nuestros lectores, en vías interurbanas hay que respetar una distancia de 1,5 metros al adelantar a un ciclista. Es una cuestión que provoca muchas dudas y quejas entre conductores y cuyo cumplimiento es escaso, según indican muchos ciclistas de carretera. Aprovecharemos para recordar que los coches pueden pisar la línea continua para rebasar a un ciclista siempre que no venga nadie en sentido contrario y no se cree una situación de peligro.
La cosa es tan grave que la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP) ha pedido expresamente que se vigile con guardias civiles en bicicleta, y que se diseñe un instrumento para calibrar la distancia que deja el conductor al pasar al ciclista.
Parece que es el momento de hacer cumplir esta normativa. Si no, solo será un papel de nula utilidad. Pongan multas o no por ello, tengan cuidado al volante: cada ciclista es una vida.
A los ciclistas también hay que pedirles que cumplan las normas. Pero también son muchos los conductores que las incumplen; la diferencia es que los coches pueden matar y los ciclistas pueden morir. Ténganlo en cuenta.