Análisis de datos: la siniestralidad ciclista en España, en R

Escribo análisis de datos pero en realidad no sé hacerlo… Esta entrada es mas bien una petición de ayuda o una sugerencia para quien sepa hacerlo. Mi estadística no da para tanto.

Como ya sabrán, la Universidad de Sevilla publicó los datos registrados por la DGT de siniestralidad ciclista y heridas en la cabeza de 1993 a 2010, algo por lo que nunca les estaremos suficientemente agradecidos. Los entregan en tabla HTML y en Excel. Por su parte, la DGT entrega los datos de siniestralidad general en PDFs algo complicados de tratar, en sus anuarios estadísticos de accidentes.

Hemos decidido dar un pasito más y picar los datos al formato de serie temporal de R, un programa gratuito de estadística que es bastante popular entre matemáticos, estadísticos e investigadores. El contenido se puede copiar y pegar directamente en R, lo que escupirá una gráfica exploratoria como la que pueden ver abajo. Si saben ustedes usar R, no necesitan que les expliquemos nada…

Ciclistas accidentados, KSIs y KSIs con lesión en la cabeza en vías urbanas, España, 1993-2010
Ciclistas accidentados, KSIs y KSIs con lesión en la cabeza en vías urbanas, España, 1993-2010

Este es el pastebin de los datos (y su análisis provisional):

http://pastebin.com/FUyWde1a

Como hechos relevantes en cuanto al análisis de estos datos, y a falta de mediciones de uso de la bicicleta (que no tenemos porque no existen a nivel nacional), cabe destacar:

  • El 1 de julio de 2006 entró en vigor el carné por puntos y se advirtió una caída general de la siniestralidad (cfr. cifras generales DGT, quizá las relativas a peatones por ser las más semejantes en condiciones)
  • El 23 de enero de 2004 entró en vigor la obligatoriedad del casco ciclista en vías interurbanas.
  • A partir de 2008 comienza a caer el consumo de combustibles de automoción, proxy del uso de vehículos a motor.
  • Para dar contexto a estos datos, se puede consultar la accidentalidad general del tráfico en España en los anuarios estadísticos de la DGT (disponibles hasta 2012).

Las hipótesis que me gustaría contrastar son:

  • Que el hecho de llevar casco tiene un efecto protector estadísticamente significativo en cuanto a las lesiones en la cabeza, en los ciclistas accidentados. Esto habría que verificarlo para los datos en vías urbanas e interurbanas de manera separada. Espero, obviamente, que la respuesta sea sí…
    • Pero ya que nos ponemos, me gustaría poder evaluar mediante algún indicador numérico en qué medida se ejerce este efecto protector, con los intervalos de confianza que nos permitan estos datos. Esto será más difícil, pero también más interesante.
  • Si la obligatoriedad del casco en vías interurbanas a partir de 2004 ha significado que más gente ha decidido usarlo. Para poder probar esta hipótesis con estos datos, habremos de asumir que los accidentados en vía interurbana constituyen muestra válida de la población general de ciclistas (accidentados o no) que circulan por carretera. Si tuviéramos datos de culpabilidad en el accidente, seguramente podríamos acometer un análisis de cuasiexposición, tomando los ciclistas accidentados no culpables, pero de momento no es el caso.

¿Se anima alguien a echarle un vistazo a estos datos y sacar alguna conclusión? 🙂

¿Tiene María Seguí un conflicto de intereses?

Nuestra apreciada Directora General de Tráfico, Doña María Seguí Gómez, es una insigne doctora, como ya hemos comentado alguna vez. Tiene experiencia internacional, muchas publicaciones de nivel y un amplísimo currículum que podría servir, solo de puro gordo, para calzar varias mesas.

Entre las múltiples investigaciones en que ha participado Doña María hay una muy interesante. Gracias al estudio de la cohorte SUN que realiza la Universidad de Navarra, un proyecto de recogida de datos a largo plazo mediante encuestas voluntarias, se ha identificado correlación entre la distancia recorrida en vehículo a motor y el riesgo de obesidad. El artículo de marras pueden encontrarlo completo en ScienceDirect (pagando), pero les pego el resumen. Doña Maria es una de las firmantes.

Annual Motor Vehicle Travel Distance and Incident Obesity: A Prospective Cohort Study. American Journal of Preventive Medicine, Volume 44, Issue 3, March 2013, Pages 254–259.
Annual Motor Vehicle Travel Distance and Incident Obesity: A Prospective Cohort Study. American Journal of Preventive Medicine, Volume 44, Issue 3, March 2013, Pages 254–259.

Les traduzco las conclusiones:

Este estudio sugiere un efecto potencialmente pernicioso del uso de vehículos a motor sobre el riesgo de sobrepeso u obesidad.

La expresión está escogida muy cuidadosamente -como todo el lenguaje científico- y requerirá más trabajo de confirmación, pero señala una relación más o menos esperable: cuanto más use uno el coche (o la moto), menos se mueve y más fácil es que engorde. La conclusión no es nueva: existe trabajo previo que indica efectos similares. La diferencia es que estos datos -más o menos fiables, que al final vienen de encuesta y no de observación directa- son españoles.

Doña María, una de las firmantes del artículo, dirige ahora una entidad muy bien relacionada con el sector del motor en España: fabricantes, concesionarios, aseguradoras, empresas de obras públicas, todas ellas colaboran en mayor o menor medida con la DGT. Son empresas poderosas económica y mediáticamente, que dan muchos puestos de trabajo y saben ejercer su influencia. Han conseguido que el Gobierno les subvencione indirectamente con 175 millones de euros para compra de coches nuevos, por ejemplo.

Doña María, como médico, sin duda sabe que es recomendable para la población reducir el uso de vehículos a motor. Ha firmado un artículo que lo sugiere, no hace falta ir más lejos. Y la propia DGT conoce y difunde públicamente los efectos perniciosos de la contaminación del tráfico.

Pero Doña María, como política en ciernes, tiene un bonito marrón entre las manos. Sabe perfectamente que el tráfico a motor es un peligro para la salud pública, pero ¿creen que podrá o querrá pelearse con el sector del motor para atacar este problema?

¿Se enfrenta Doña María a un conflicto de intereses entre su persona-médico y su persona-político?

Espero y deseo sinceramente que a Doña María le pueda el médico que lleva dentro y encuentre fuerzas para ganar esta lucha. Si lo consigue, saldremos ganando.

¿Y cuánto usa la gente el coche, si sabemos cuánto combustible se vende?

Hemos dicho muchas veces que nos interesa saber si la bici es un vehículo seguro o no, o al menos si lo es más o menos que otros vehículos de uso común. Para eso, necesitamos saber de algún modo cuánto se usa. Pero no tenemos datos de uso real de la bicicleta en España, salvo aforos parciales en algunos municipios y alguna encuesta que ni siquiera va a tener continuidad.

Y conocer estos datos no es fácil. Podemos preguntarle a la gente, contar bicis, o buscarnos algún indicador que esté correlado con su uso. Pero la gente miente -consciente o inconscientemente- en las encuestas, contarlas directamente es caro, y no es fácil encontrar un indicador válido (y medible) del uso. Se puede contar cuántas bicis se venden, por ejemplo, pero eso no garantiza nada. En Estados Unidos, por ejemplo, se venden más bicis que coches desde 2002 y sin embargo el uso de la bicicleta para el transporte no sigue la misma pauta.

Los investigadores de seguridad vial suelen emplear un método de inferencia llamado de exposición cuasi-inducida (quasi-induced exposure) para poder extraer conclusiones sobre riesgos sin necesidad de conocer exactamente estos datos. Por ejemplo, lo ha usado la Universidad de Granada en dos recientes estudios sobre ciclismo en España y asunción de riesgos. No se lo voy a explicar al detalle, pero viene a aprovechar que, en datos sobre accidentes, la población que ha sufrido un accidente sin ser culpable tiene una distribución similar (en cuanto a edad y otros parámetros de asunción de riesgos) a la de la población total que utiliza un determinado medio de transporte. Comparando lo que ocurre con la población «inocente» respecto al total de accidentados, y admitiendo que es representativa de la población general de usuarios, podemos averiguar si hay subgrupos que presentan mas exposición al riesgo. Es un buen recurso, pero, como siempre, sin tener datos exhaustivos no deja de ser una aproximación complicada de verificar, y su fiabilidad depende de cómo se hagan los cálculos.

Pero, amigos, con otros medios de transporte las cosas son distintas: los coches beben gasoil y gasolina, a diferencia de las bicis que se conforman con un poco de aceite para la cadena. Y la venta de combustibles está tabulada en España desde hace ya unos años, gracias a las estadísticas de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos y a las de Cores, Corporación de Reservas Estratégicas, que vigila la evolución del sector. Y te dan las cifras limpias, en un Excel si quieren (busquen, busquen).

¿Se vende más o menos combustible en España? ¿De qué tipo? ¿Por qué? ¿Se conduce más o menos? ¿Qué quiere decir eso en cuanto al uso de vehículos a motor y la siniestralidad? Continuar leyendo «¿Y cuánto usa la gente el coche, si sabemos cuánto combustible se vende?»

Deberes para las vacaciones: informe de la OCDE de ciclismo, salud y seguridad 2013

No tenemos mucho tiempo libre estos días entre cerrar cuestiones laborales y preparar nuestros hígados para las múltiples cenas de Navidad, así que optamos por dejar deberes para nuestros lectores.

La OCDE ha preparado un informe bastante extenso con el estado de las cuestiones del ciclismo de transporte, la salud y la seguridad en buena parte del mundo desarrollado. Contiene muchas recomendaciones e ideas que, si es usted planificador urbano, médico, o técnico de transporte, seguramente le interesará conocer. Y aunque la descarga del PDF tiene coste, se puede leer online de manera gratuita. E incluso incrustar en su página, si tiene usted una. Así que les dejamos con el informe, y que disfruten ustedes las fiestas.

La bici es segura en Vitoria, pero hace falta educación

Vitoria (o Gasteiz, como gusten) es una de las ciudades españolas con mayor uso de la bicicleta. El Ayuntamiento está convencido de sus bondades y destina muchos recursos -no solo económicos- a su promoción. Hay un plan director de la bicicleta, hay evaluación del comportamiento de los ciclistas, hay consejos para los ciclistas, hay buzón ciudadano, hay mejoras en las infraestructuras y el diseño urbano, hay cursillos y planes de fomento, hay seguimiento de los motivos de adopción y abandono… En definitiva, existe una voluntad organizada y activa de que la cosa funcione. Y está funcionando: el reparto modal de la bici era del 6,8%-6,9% en 2011, sin duda una cifra excelente en España.

Reparto modal de la bicicleta en Vitoria y comparación con otras ciudades (2011)
Reparto modal de la bicicleta en Vitoria y comparación con otras ciudades (2011); fuente

Y además, en Vitoria y el País Vasco se preocupan porque las estadísticas se hagan y publiquen: no solo hay encuestas de movilidad recientes (de 2006 y 2011), sino que se publica informe de siniestralidad ciclista (dentro del plan director) y la policía local emite otro sobre accidentalidad del tráfico general. Así, tenemos la oportunidad de examinar qué pasa con la siniestralidad ciclista y de tráfico en Vitoria, y compararlas con tasas de uso razonablemente realistas.

Hacemos este ejercicio porque leemos en Noticias de Álava un artículo con un preocupante titular que habla de los accidentes ciclistas en Vitoria: «Los peligros de la movilidad sostenible». Y no nos parece que la bici sea particularmente peligrosa, y menos en esta ciudad concreta. Según indica el Ayuntamiento de Vitoria en su informe de siniestralidad 2008-2011, en Vitoria se denunciaron en esos cuatro años un total de 698 siniestros con ciclistas de por medio, con ninguna víctima mortal y un total de 19 heridos graves. ¿Muchos o pocos? Continuar leyendo «La bici es segura en Vitoria, pero hace falta educación»