Existe un polígono industrial a menos de 3 km del centro de una ciudad, pero al que no se puede llegar a pie, ni en bicicleta. Al menos, no en condiciones aceptables. Se trata del Polígono Cantabria, cercano a Logroño pero al otro lado del río Ebro, y con una afluencia diaria de casi 3.300 personas, según el PMUS.
Quizá les resulte un caso ajeno, pero hay muchos casos como este: polos de interés cercanos físicamente, pero aislados por mala planificación de los accesos. Es una pena: es un problema realmente fácil y barato de solucionar, si de verdad alguien quisiera arreglarlo.
Queridas administraciones: cuando planeéis accesos a cualquier tipo de infraestructura, tened la bondad de acordaros de los peatones y los ciclistas. Existimos.
Si uno quiere ir del Ayuntamiento de Logroño al Polígono de Cantabria, el principal escollo a salvar es el río Ebro, que en Logroño se puede cruzar a través de cuatro puentes y una pasarela peatonal. Google Maps indica que hay 5 minutos y 2,8 kilómetros en coche. Pero a pie hay 45 minutos y 3,5 kilómetros: hay que dar un rodeo de 700 metros para evitar la autovía. Y en bicicleta, aunque teóricamente se podría, hay que elegir entre circular por el arcén de una autovía o por una carretera regional sin arcenes.
En cualquier otro recorrido, 3 kilómetros podrían hacerse a pie en unos 40 minutos y en bici en menos de 20. Pero ninguna de las rutas al Polígono permiten caminar ni ir en bici con seguridad. Y esto es así por mala planificación o dejadez de varias autoridades, el Ayuntamiento de Logroño, la Comunidad Autónoma de La Rioja y el Ministerio de Fomento, titulares de las distintas vías, que no han sido capaces de encontrar una solución a los desplazamientos a este destino.
Volvamos al recorrido. La entrada es larga: disculpen ustedes la extensión, pero nos parece necesaria. Continuar leyendo «Logroño: el extraño caso del polígono inaccesible»