La bici es cosa de rojos, de ecoguays (como dicen los de Ecomovilidad), de perroflautas. Seguramente sea cierto.
El transporte tiene un impacto destacado en la salud, y el desarrollo de un sistema de transporte puede mejorar la salud o, al contrario, incrementar los riesgos sanitarios. Los riesgos sanitarios más conocidos incluyen exposición a contaminación del aire, emisión de ruidos de vehículos a motor, y los riesgos de lesiones por accidente de tráfico. Menos conocidos, pero igualmente importantes, son los beneficios sanitarios que se pueden alcanzar si los traslados incluyen cierta cantidad de actividad física, como ir en bicicleta al trabajo o caminar a buen paso (p. ej. 15.20 minutos diarios) hasta la parada del transporte público.
OMS/WHO, Urban Transport and Health
La Organización Mundial de la Salud debe de ser un nido de criptomarxistas. Muuuy malignos e interesados en la revolución, la acracia y todo esto, porque han publicado mucho al respecto. Deben perseguir el caos mundial, sin duda.
Car-Free Development, o desarrollo sin coches. Seguro que está plagado de falacias y mentiras, como eso del cambio climático que no se lo cree nadie.
Quizá la Unión Europea pueda ser una institución de confianza. Al fin y al cabo la jefa del cotarro es alemana (donde hacen los BMWs, VWs y Mercedes), hija de un pastor y de un partido de derechas. Eso imprime carácter.
Pues va a ser que también son de los que quieren que sudemos.
Un cambio hacia la movilidad activa y el transporte público, junto con un mejor aprovechamiento del suelo, puede aportar beneficios inmediatos a la salud, mucho mayores que los que permitiría centrarse solo en mejorar la calidad del aire y el medio ambiente local a través de mayor eficiencia de vehículos y combustible.
Caminar más y usar más la bicicleta, para cualquier tipo de desplazamiento -al trabajo, educación, compras, viajes sociales o de ocio- puede generar importantes beneficios económicos a través de enormes mejoras de salud pública (que no se verían truncadas por los costes de accidentes) además de reducir la polución y los atascos de tráfico.
La falta de actividad física es uno de los principales factores de riesgo sanitario en los 53 Estados Miembros de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud, donde casi 1 millón de muertes al año se estiman atribuibles a la inactividad física.
Roundtable on Transport & Health, Polis conference, 29–30 November 2011
Esto lo dice POLIS, que al final es una red de ciudades interesadas en el transporte y tal. Vamos, un montón de ingenieros ambientales con perro. Pero es que la Comisión Europea opina lo mismo.
¿Quizás la OCDE o el Banco Mundial se libren? De la OCDE ya hemos hablado y deben ser unos comunistas tapados, porque menudo manual han editado más subversivo. Y el Banco Mundial, uff, más peligrosos que el Politburó. Financian estudios sobre bicis en colaboración con otro montón de rojeras, los del Banco Interamericano de Desarrollo. ¡Les destinan dinero! Y publican intensas soflamas pro-peatonalidad en su blog. Lean, lean:
[…] De manera similar, invertir en infraestructura de transporte sostenible mejora la seguridad vial para los usuarios a través de todos los modos de desplazamiento, incluidos los pasajeros del transporte público, ciclistas y peatones. Como los accidentes de tránsito cobran actualmente 1,2 millones de vidas anuales y se predice que se convertirán en la quinta causa de muerte en 2030, la inversión en infraestructura para peatones y ciclistas podría cambiar las reglas del juego. La peatonalización ampliamente difundida de Times Square, en Nueva York, también ha beneficiado a las empresas ya que ha aumentado el tráfico a pie; Times Square se ha convertido en uno de los 10 destinos de comercio al detalle más exitosos del mundo desde el comienzo de su transformación. Lo que ha sido bueno para los residentes ha sido bueno para la ciudad y para los negocios en general. Desde la calle Florida de Buenos Aires, en Argentina, y el mercado de Pandara de Delhi, en India, las áreas peatonales tienen mucho sentido comercial: atraen turistas, consumidores y trabajadores durante su hora de descanso.
Vaya, que según el Banco Mundial, peatonalizar y pasar a modos de transporte sin motor ¡da dinero! ¡Mejora la vida de los habitantes! Sin duda, deben ser unos utópicos sin remedio.