Las bicis son vehículos y como tales, en ausencia de carriles específicos, deben circular por la calzada. Pero aunque son vehículos, tienen sus peculiaridades: les cuesta más arrancar que a los vehículos que llevan motor, se mueven a menor velocidad…
Podemos considerar que merecen tratamiento especial y que se anime a su uso porque las externalidades del uso de bici, esto es, las consecuencias para terceros, son en general positivas: solo pueden causar problemas en su almacenamiento, como ya saben en Ámsterdam o Copenhague. Todo lo demás es bueno para la sociedad: no producen ruido ni gases, contribuyen a mejorar la salud de sus usuarios, en caso de accidente producen menos daños que los vehículos a motor, facilitan una circulación más lenta en ciudad -y por tanto también ayudan a reducir la siniestralidad- y si consiguen retirar vehículos a motor de las ciudades, también hacen más fluido el tráfico.
Todo estupendo. Por eso escribimos este blog.
Y si aceptamos que merecen tratamiento especial, hay medidas de señalización y de preferencias de paso que tienen en cuenta el carácter particular de las bicis. Ya se aplican en Francia, Alemania, Países Bajos o en parte de los Estados Unidos. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo.
El giro ciclista a la derecha
Ante un semáforo en rojo, en muchas ciudades de Francia, Alemania y Bélgica los ciclistas pueden continuar la marcha, si van a girar a la derecha o seguir al frente. En algunos casos se indica con una luz ámbar especial, en otros con un simple panel informativo. Lo llaman giro ciclista a la derecha, o cédez le passage cycliste au feu.
Se trata de un ceda el paso: el ciclista no tiene la prioridad, pero puede continuar la marcha si no viene nadie. En la práctica, supone que no debe esperar a que el semáforo se ponga verde, si no viene nadie. El ciclista ahorra tiempo, se ahorra tener que detenerse, y además puede evitar accidentes con vehículos pesados al iniciar la marcha.
Esta medida tiene sentido en muchas intersecciones de poco tráfico y en semáforos que solo buscan permitir el paso a los peatones, en casos sin intersección.
Idaho stop
En Idaho van un paso más allá: desde 1982, los ciclistas pueden tratar todos los semáforos en rojo o señales de stop como cedas al paso, de nuevo evitando tener que detenerse de manera forzosa. Lo llaman Idaho stop.
Semáforos en ámbar para ciclistas
En Zaragoza se propuso colocar los semáforos del Paseo Independencia en ámbar para los ciclistas, al tratarse de pasos exclusivamente peatonales, sin intersección. Un panel con la leyenda «excepto ciclistas» o uno de ceda el paso para bicicletas podría cumplir la misma función con menor gasto. Es una intervención similar a las anteriores, pero ignoramos si se llegó a implantar. Al parecer, el código de la circulación español dificultaba la medida.
¿Es una buena idea?
Este tipo de medidas tiene argumentos a favor y en contra. A favor:
- Facilitan la circulación al ciclista, al evitar que se tenga que detener por sistema. Como el ciclista suele ir más alto que los conductores, su visibilidad es mayor y puede que no tenga necesidad de detenerse para verificar que tiene el paso libre, por lo que no tiene que suponer un problema para su seguridad.
- Al permitir que adelanten al tráfico, los ciclistas se hacen más visibles y se evitan algunos accidentes con vehículos pesados, que pueden arrollarles al girar.
- Puede suponer un ahorro de tiempo y una mejora de la comodidad notable para el ciclista, lo que encaja con la voluntad de favorecer el uso de bicis.
En contra:
- Esto complica ligeramente la normativa, lo que siempre dificulta su aplicación. Además, si los ciclistas tienen reglas algo diferentes del resto del tráfico, puede que sean un poco menos previsibles para el resto de usuarios.
- Esta idea requiere un marco legal que la acepte y eso supone una complicación administrativa.
- Si sustituye a un semáforo, se deja en manos del ciclista la responsabilidad de verificar que tiene paso libre, lo que puede generar accidentes en caso de despiste o negligencia.
En Francia, la norma ha sido extensamente verificada y existe un comité para facilitar su aplicación. En Idaho permanece en vigor, aunque en otros estados de EE.UU. (Arizona, Oregón) no han conseguido sacar adelante las leyes necesarias. En Alemania o Países Bajos se aplica desde los años 90.
En España, estamos pendientes del nuevo Reglamento General de la Circulación para saber si podrá aplicarse o no.
¿Os parece buena idea? A nosotros, sí. Permite un comportamiento que ya estamos viendo en nuestras ciudades, y que nuestras policías locales normalmente no sancionan. Y además, lo hace sin sumar riesgos, ni para ciclistas, ni para peatones. Y las leyes deben adaptarse a la sociedad. ¿Por qué no? Realmente, no es medida cara de aplicar, ni tiene grandes pegas.