Francia cuenta con una de las redes de carreteras más extensas del mundo. Con 28.000 km de carreteras regionales, y miles de kilómetros adicionales de caminos y carreteras rurales, la red francesa es especialmente densa en las carreteras de tercer orden: más estrechas, son las que suelen llevar menos tráfico, y son aptas para practicar ciclismo deportivo, o para desplazarse tranquilamente de un pueblo a otro.
La ciudad de Toronto ha evaluado en varias ocasiones la posibilidad de establecer un sistema de matriculación o carnés de bicicletas, pero siempre lo ha acabado rechazando. En este texto, traducido de su página web, cuentan la historia de este proceso y los motivos por los que las matrículas para bicicletas no salen a cuenta. (C) City of Toronto, todos los derechos reservados.
La Toronto Tweed Ride de septiembre de 2012, en Wikimedia.
En inglés, el término ‘licensing’ puede traducirse tanto como licencia del vehículo (lo que aquí llamaríamos permiso de circulación, o matrícula) como permiso de conducción. El término ‘bicycle licensing’ se refiere habitualmente a la matriculación o registro de la bicicleta, pero también puede referirse a obtener un carné o permiso para su manejo. El texto conserva el término ‘licencia’ para evitar confusiones, dado que puede referirse a las dos posibilidades.
Por otra parte, recordemos que en la mayor parte del mundo, a diferencia de en España, no es obligatorio tener un carné de identidad. En España, su tenencia es obligatoria; y aunque no es obligatorio llevarlo siempre, en caso de que un agente lo requiera habremos de mostrarlo o ir a comisaría para identificarnos, por lo que muchas personas lo llevan siempre encima.
Licencias para bicicletas
La ciudad de Toronto ha examinado la idea de las licencias para bicicletas (matrículas, registro obligatorio o necesidad de obtener un carné) en múltiples ocasiones, en respuesta a precupaciones por la seguridad de los peatones, robo de bicis y cumplimiento con la ley.
Las licencias para bicicletas no se han adoptado como solución para estos problemas. Los estudios preguntaban: ¿cuál es el propósito de las licencias? Si la meta es incrementar el cumplimiento de las leyes por los ciclistas, y reducir el número de conflictos con peatones y otros usuarios de la vía, el enfoque de imponer licencias o matrículas debe compararse con otras posibles iniciativas.
¿Merece la pena crear la enorme burocracia que necesitarían las licencias? Los estudios han concluido que no.
Historia de las licencias de bicicleta en Toronto
El 20 de mayo de 1935, la ciudad de Toronto aprobó una norma para otorgar licencias a los residentes que fueran propietarios o usuarios de bicicletas en las vías de la ciudad.
El proceso de licencia era bastante complicado. Los ciclistas tenían que solicitar una licencia en el Ayuntamiento. Luego, el ciclista debía acudir a una comisaría de policía, y un agente inspeccionaba la bicicleta y rellenaba unos formularios. Los formularios volvían al Ayuntamiento y se otorgaba una licencia. Después, los ciclistas tenían que entregar una copia de la licencia al mismo agente policial que había inspeccionado la bicicleta, se emitía una placa de matrícula para ese año y se fijaba en el guardabarros de la bicicleta.
Cada vez que el ciclista se mudaba o transfería la propiedad de la bicicleta, había que repetir el proceso. El coste de la licencia anual era de 50 centavos y la multa por no tener licencia era de 5 dólares canadienses.
El 4 de febrero de 1957, el pleno local derogó la norma de licencias para bicicletas. Por aquel entonces, hubo comunicaciones de la Canada Cycle and Motor Company Limited (un fabricante de bicicletas) que sugerían que la ciudad de Toronto encomendara la administración de las licencias al Bicycle Guild Incorporated.
La Ciudad optó por dejar de emitir licencias para bicicletas, destacando entre otros factores que «habitualmente resulta en incumplimientos de la ley por desconocimiento a edades muy tempranas; también causan mala imagen de los agentes de policía entre los niños». Nathan Philips era alcalde de Toronto en aquel momento y suya es la firma en la derogación de la ley.
La Ciudad de Toronto ha investigado las licencias para ciclistas en al menos tres ocasiones recientes:
1984: con enfoque en el robo de bicis
1992: enfoque en la circulación por aceras, cumplimiento de las leyes de tráfico y mensajeros
1996: enfoque en la circulación por aceras, cumplimiento de las leyes de tráfico y mensajeros
En los años 90, las licencias se discutieron en respuesta a preocupaciones por la seguridad peatonal en las aceras, donde los incidentes de colisiones, sustos y falta de cortesía han causado que muchos peatones, incluyendo personas de mayor edad, se sientan inseguros.
En cada ocasión, la Ciudad ha rechazado las licencias como solución a estos problemas. Las principales razones para rechazarlas son:
La dificultad de mantener una base de datos completa y actualizada
La dificultad de dar licencias a los niños, que también usan bicicletas
Las licencias, por sí mismas, no cambian el comportamiento de los ciclistas que no cumplen las leyes de tráfico
Cada tarde vemos decenas de personas que alegremente circulan por ahí sin luces en sus bicicletas. Y de noche, ser visible, que es para lo que sirven las luces, es una medida imprescindible de seguridad.
Hay que hacerse visible. Pero tampoco es necesario parecer un árbol de navidad. Os contamos cómo está la legislación en España sobre uso de luces, prendas y chalecos reflectantes en bicicleta.
En las ciudades suele haber farolas, así que no se llevan luces para ver: son para que te vean los conductores y el resto de usuarios. De noche, se te tiene que ver desde una distancia de 150 metros, como mínimo.
Se ve incluso gente que va por la ciudad con casco pero sin luces, lo que no deja de ser un tanto absurdo: si no te ven, puedes sufrir un atropello, y el casco puede que alivie parte de las heridas pero no te lo va a evitar.
Además, en España el uso de luces y reflectantes es obligatorio para bicicletas, cuando la visibilidad es mala, por la noche y al entrar en túneles. Pero la normativa, y las condiciones exactas, una vez más, son confusas, y la DGT no ha ayudado demasiado a aclarar el lío.
En general, las multas por no usar alumbrado son de 80€, y por no usar prendas reflectantes cuando son necesarias, de 200€.
En ciudad, reflectante trasero y luces de posición
Reflectante (catadióptrico) trasero de color rojo, que no sea de forma triangular
Luz de posición blanca (delantera)
Luz de posición roja (trasera)
Cuando te compres una bici para ciudad, asegúrate de que lleve al menos estos tres elementos, porque antes o después te van a hacer falta. Si no los trae, son baratos de adquirir. Cómpratelos y úsalos.
Estos elementos de visibilidad han de usarse «para circular de noche, por tramos de vías señalizados con la señal de «túnel» o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad», dice el Reglamento.
Opcionalmente, y de forma recomendable, pueden llevar reflectantes blancos o naranjas en los pedales y en los radios.
Fuera de ciudad: lo anterior, y prenda reflectante
Si vas a salir de la ciudad y circular por carretera, además del casco, la Ley de Tráfico y Seguridad Vial obliga a usar alguna prenda reflectante cuando se deba utilizar alumbrado, además de lo ya exigido en ciudad.Esta prenda reflectante debe estar homologada.
¿Y el chaleco reflectante?
Pues no: el uso de chaleco reflectante no es obligatorio. Ni en ciudad ni en carretera. Ni de día, ni de noche. Lo que dice la norma es que en carretera, y cuando hace falta alumbrado, hay que usar también alguna prenda reflectante, que debe estar homologada y ser visible a 150 metros. Pero no tiene que ser, necesariamente, un chaleco.
¿Y qué prendas están homologadas? En Ciclismo a Fondo se hacen la misma pregunta y tenéis ejemplos de los elementos que están, y no, homologados: hay también maillots y mochilas, además de chalecos, que también puedes usar aunque no sea la opción más cómoda.
Se extiende la posibilidad de circular a contrasentido en todas las calles limitadas a 30 Km/h o menos, siempre que no lo impida el ayuntamiento.
Los ciclistas ya no tienen que pegarse al borde derecho del carril: ahora pueden usar el centro del carril.
Se prohíbe aparcar en vías ciclistas y la multa para los infractores es de 135 €.
Se eliminan restricciones para circular en bici por zonas peatonales en ambos sentidos, siempre a paso de persona y si no lo impide la policía o ayuntamiento.
Y todo esto a nivel nacional: en toda Francia. Las medidas entrarán en vigor en distintas fechas, hasta el 1 de enero de 2016.
Cómo funciona el giro ciclista a la derecha en París. Los ciclistas no tienen prioridad, pero pueden pasar si no hay otros vehículos en el cruce. Imagen de la Mairie de Paris (c).
Además, anuncia el Ayuntamiento de París que va a extender el giro ciclista a la derecha,del que ya hemos hablado aquí, durante los próximos meses de 2015, colocando las señales necesarias en la ciudad. El giro ciclista a la derecha convierte los semáforos en rojo y las señales de stop en cedas el paso para los ciclistas, siempre que vayan a girar a la derecha en las intersecciones -y en algunos casos, continuar de frente-. Los ciclistas no tienen prioridad: igual que en otros cedas el paso, si no vienen otros vehículos, pueden «saltarse» el rojo o el stop y continuar la marcha sin detenerse.
Se lleva aplicando desde 2012 en varias ciudades de Francia y, una vez comprobado que no causa más accidentes, sino que agiliza la circulación ciclista, añade comodidad, yevita quedar en ángulos muertos de los vehículos detenidos en los cruces, el gobierno francés lo da por válido como medida de fomento de la bicicleta.
Eso sí, requiere que los ayuntamientos instalen las señales necesarias y a eso se aplican ahora en París. Esta medida se inscribe en un plan general de fomento de la bicicleta del que dan buena cuenta en Ecomovilidad o Ciclosfera.
En España, seguimos esperando a que la DGT, o Fomento, o quien sea, decida lanzar el nuevo Reglamento General de la Circulación. A este paso, lo acabará publicando el Ministerio del Tiempo.
El vídeo es duro, pero pone el acento en lo importante: las pequeñas distracciones de los usuarios de vehículos a motor pueden traer consecuencias muy graves para sí mismos y para todos los demás.
Aparecen peatones y ciclistas como víctimas totalmente inocentes del despiste de un tercero. Y se reparten claramente las responsabilidades, de manera humana y que invita a prestar atención al conducir.
Quizá resulte extraño que aparezca un niño solo en bicicleta usando la calzada, porque no parece habitual en España, pero al menos aparentemente -por lo poco que se ve- está usando el centro del carril.
Ciclistas, víctimas inocentes. Captura del vídeo, segundo 16.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos de interés. Si sigues navegando, nos das tu consentimiento. De acuerdoAviso legal
Política de datos personales
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.