La compañía Bixi, con sede en Montréal, ha solicitado acogerse a suspensión de pagos de acuerdo con la ley canadiense. Bixi diseñó y gestiona los programas de bici pública de Montréal, Toronto y Ottawa, y ha suministrado material para Londres, Nueva York, Washington o Chicago a través de su subsidiaria internacional PBSC Urban Solutions, según informa el NY Times.
La empresa es propiedad del Ayuntamiento de Montréal, cuyo alcalde, Denis Coderre, ha decidido cerrar el grifo del dinero público, según relata Le Journal de Montréal. Bixi tiene una deuda de aproximadamente 47 millones de dólares canadienses, unos 31 millones de euros al cambio de hoy, 31,6 de los cuales (21 millones de euros) proceden de un préstamo de la ciudad de Montréal.
Las dificultades financieras de Bixi no son novedad: en 2011 Bixi recibió 108 millones de dólares canadienses de Montréal (71 M€) y otras ayudas de Toronto y Londres. Esta ayuda comprometía a la venta de la rama internacional PBSC Urban Solutions, pero no se ha logrado encontrar comprador. Según el NY Times, los sistemas de bici de Chicago y Nueva York se negaron a pagar 5,6 M de dólares canadienses a causa un problema con las actualizaciones de software, además de los 11 M que según Forbes reclama la empresa gestionadora de Citi Bike en Nueva York, Alta Bike Share. Por otra parte, el auditor general de cuentas de Montréal ya advirtió en septiembre que la situación era preocupante. En Streetsblog tienen más información sobre los problemas técnicos de Citi Bike (NY) achacados a Bixi.
Además, Bixi tenía un pleito abierto con 8D Technologies, la empresa que desarrolló el software original de gestión del sistema, y también debía dinero a varios proveedores, según indica La Presse.
Según el NY Times, Bixi operaba de una manera manifiestamente opaca a pesar de ser de propiedad pública, y muchas veces sin criterio claro.
La suspensión de pagos parece que no va a afectar al funcionamiento de los sistemas instalados y suministrados por Bixi, ni en Canadá ni fuera. El alcalde de Montréal ha declarado que esperan encontrar un comprador que pueda resolver las dificultades de la empresa.