Cambridge, en Inglaterra, es considerada una ciudad modelo en uso de bicicleta, al menos para lo que corre en el Reino Unido. Quizá ayude su pequeño tamaño, o que más o menos el 25% de la población es estudiante, o que tienen una veterana asociación en funcionamiento, o -seguramente- más factores.
Para los ayuntamientos, lo mejor de tener asociaciones solventes es que pueden aportar ideas estupendas. Y la Cambridge Cycling Campaign tuvo una que resuelve el problema de los ciclistas que circulan sin luces. Es tan fácil y barata que duele.
La policía de Cambridge preparaba cada otoño una campaña para avisar y multar a los ciclistas sin luces, pero no estaba dando los resultados deseados. Hay gente que se siente amenazada por la policía, y en general a nadie le gusta ser apercibido ni menos aún recibir una multa, aunque se merezca y sea por desconocimiento. Y una campaña de concienciación pública cuesta un buen dinero.
Para evitar que se percibiera como una campaña coercitiva, en 2011 se recurrió a la alternativa de regalar juegos de luces, algo más barato que una campaña en medios, pero eso significaba premiar con luces a los ciclistas que no cumplían las normas, además de suponer un coste para el Ayuntamiento. Y las luces se agotaban enseguida, con lo que el alcance era escaso.
En 2012 se les ocurrió una idea excelente: la «multa retornable», o como lo llaman en inglés, «the lights instead of tickets initiative». Es sencillísimo: si vas sin luces, la policía te pone la multa que corresponde, pero si solventas la situación en menos de un mes, te la cancelan. Es facilísimo: se va a comisaría con el recibo reciente de unas luces, se comprueba si es preciso que se han instalado, y se cancela la multa. Hay más información en inglés en la web de la Cambridge Cycling Campaign.
Desde el punto de vista legal, se aprovecha un programa inglés de subsanación de defectos en vehículos, así que quizá en España no se podría aplicar de la misma forma. Ellos mismos lo resumen:
- Se resuelve el problema, porque el ciclista acaba llevando luces.
- Es justo, porque se aplica la misma legislación a ciclistas y a conductores. (Esto no sabemos si podría aplicarse igual en España).
- No requiere burocracia, porque la multa se anula al comprobar y sellar el recibo de las luces y es como si nunca se hubiera emitido.
- Se pueden poner muchas multas al cabo del año y se puede convertir en una tarea rutinaria para los policías, en lugar de una campaña puntual.
- Para el ciclista tiene sentido económico, porque un juego de luces es mucho más barato que la multa (de 50 libras, 64 euros al cambio de hoy).
- Los policías pueden poner las multas sin reparo, porque este tipo de multa va claramente en favor de quien la recibe, por tener ánimo educativo y no suponer un «perjuicio» ni tener «afán recaudatorio».
- Si hay reincidencia o negligencia claras, el policía puede poner una multa normal, «no retornable».
- Como no cuesta dinero público, no requiere fondos, es sostenible económicamente y comprensible incluso para los que no circulan en bici.
Nos parece una idea estupenda y bien fácil de aplicar. ¿Saben de algún programa parecido en sus ciudades? ¿Podría replicarse en España? ¿Qué dice la ley?