Volvemos a hablar de Francia. El programa de pagos por ir al trabajo en bici,indemnité kilométrique vélo (IKV), lanzado en pruebas en 2014, ha recibido evaluación de la ADEME francesa, agencia de energía y medio ambiente, que ha publicado recientemente las conclusiones.
El programa IKV ha logrado incrementar significativamente el uso de bici y la actividad física de los empleados, pero tiene algunas peculiaridades. No ha funcionado tan bien allá donde el transporte público es bueno, y no ha logrado bajar a muchos usuarios del coche: la mayor parte de sus beneficiarios (54%) usaban antes el transporte público y solo el 5% iban en coche.
Modos habituales de transporte de los participantes antes del inicio del programa: 54% transporte público, 9% moto/ciclomotor, 5% coche, 14% uso compartido de coche
Vamos a los detalles, que es donde está el diablo.
El Ayuntamiento de Logroño ha decidido hacer cumplir parte de la normativa existente y multar con 200 euros a las bicicletas que circulen por las aceras. Es una cantidad elevada si se compara con los 60 que se pagan por las infracciones leves, como aparcar sobre la acera, en doble fila o en línea amarilla, malos hábitos que complican mucho el tráfico y los recorridos peatonales. Aunque tiene sentido que se haga cumplir la norma, lo deseable sería hacer cumplir todas por igual.
Ya que el Ayuntamiento quiere que las bicis circulen por la calzada, es conveniente recordar a ciclistas y conductores cómo pueden convivir con seguridad y evitar los errores más comunes. Hubiera estado aún mejor que el propio Ayuntamiento divulgara esto antes de ponerse a multar, pero es lo que hay.
Un accidente ciclista habitual en ciudad es recibir un portazo de un coche aparcado: los conductores y pasajeros a veces no miran antes de abrir. También es frecuente que los coches salgan sin mirar de un espacio de aparcamiento, o que los peatones crucen sin mirar, pensando que no viene nadie, porque las bicis no hacen ruido.
Para evitar estos accidentes, en bicicleta hay que circular por el centro del carril, evitando pegarse al borde derecho. De esta manera se gana espacio y tiempo de reacción en caso de imprevisto. A veces los conductores se enfadan y piensan que las bicis intentan chulearles o algo parecido, pero no: se trata de una medida de autoprotección. Además, esto invita a los conductores a respetar la distancia de seguridad al rebasar al ciclista.
Por otra parte, cuando los conductores vayan a rebasar al ciclista, deberán respetar su carril y pasar al contiguo, como si adelantasen a cualquier otro vehículo. Si pasas demasiado cerca a un ciclista puedes tirarle al suelo. Se puede pisar la línea continua e invadir el sentido contrario siempre que haya visibilidad y no se cree una situación de peligro.
Esta tribuna se publicó el 25 de noviembre de 2014 en el diario La Rioja.
Bicicletas por las aceras: ¿qué puede hacer el Ayuntamiento?
A pesar de que en Logroño no se hace casi promoción, cada vez vemos más gente en bicicleta por nuestra ciudad. Es lógico: la bici es el medio de transporte más rápido en trayectos menores de 5 km. La gente lo va descubriendo a su ritmo.
Pero a esta incipiente comunidad de ciclistas nadie les ha explicado por dónde deben circular, muchos tienen miedo a circular por la calzada, y los carriles bici no responden a sus demandas de transporte. Y se van a las aceras.
Ciclista atravesando un paso de peatones. Imagen de Millán Garrido, derechos reservados.
El Ayuntamiento ha creado talleres de circulación en bicicleta, ha puesto a la Policía Local a patrullar en este medio y ha financiado una campaña para inculcar a los conductores el respeto a la distancia de seguridad. Existe un colectivo, Logroño en Bici, que ha desarrollado acciones formativas con la Universidad Popular. Parece que no ha sido suficiente: a diario vemos circular bicicletas por aceras, sin luces, cruzando pasos de peatones y poniéndose en peligro por desconocimiento, más que por mala fe.
En noviembre de 2012 comenzó en Estrasburgo un periodo de prueba de multas a precio reducido para ciclistas, otro ejemplo de adaptación de la normativa a las particularidades de este vehículo. Lo cuentan en Rue89 Strasbourg, donde también explican si funcionan o no.(Spoiler: parece que sí funcionan, pero no son el único factor con influencia).
En lugar de los 90 € que pagan otros conductores, las multas reducidas a ciclistas tienen un coste de 45,60 € y se aplican a varias infracciones del Code de la route francés (su ley de tráfico):
Saltarse un semáforo en rojo o una señal de stop
Circular en sentido prohibido
Circular bajo los efectos del alcohol
Usar teléfono móvil
Circular en zona peatonal en horas no autorizadas
No ceder el paso a un peatón
En Estrasburgo achacan a los nuevos precios un aumento en el número de multas impuestas,una reducción en la cantidad de accidentes con ciclistas, de 108 en 2012 a solo 67 en 2013, y sobre todo una caída del 18% en la cantidad de accidentes en que los ciclistas son responsables, según citan en Libération. O al menos eso dicen la policía municipal y el Consejo Nacional francés de Seguridad Vial (CNSR), que ha recomendado extender el programa al resto del país. Faltan por valorar cuestiones jurídicas para que la medida se pueda adoptar, según Le Monde.
En un par de ocasiones he publicado tribunas en el diario La Rioja sobre movilidad en Logroño, ciudad en la que resido. Esta tribuna se publicó el 28 de agosto de 2014.
La movilidad en Logroño: hacer más con menos
Logroño es una ciudad con pocos desniveles, de extensión reducida y con un clima benigno que invita a moverse a pie o en bici.De Valdegastea al C.C. Berceo apenas hay 6 kilómetros, un recorrido que puede hacerse a pie en poco más de una hora y en bici en menos de 20 minutos. La mayoría de desplazamientos pueden hacerse andando en media hora.
Los ciudadanos lo saben y lo aprovechan: según las estimaciones del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de 2013, un estudio de 90.000 euros, más del 50% de los recorridos urbanos se hacen andando. Es una excelente cifra, pero un resultado que hay que seguir cuidando y fomentando. Extrañamente, el uso de bici, en una ciudad tan llana y asequible como Logroño, ronda un escaso 2% en el reparto modal, cuando tenemos todo a favor para que se haga popular. Continuar leyendo «Opinión: la movilidad en Logroño, hacer más con menos»
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