Logroño: el extraño caso del polígono inaccesible

Existe un polígono industrial a menos de 3 km del centro de una ciudad, pero al que no se puede llegar a pie, ni en bicicleta. Al menos, no en condiciones aceptables. Se trata del Polígono Cantabria, cercano a Logroño pero al otro lado del río Ebro, y con una afluencia diaria de casi 3.300 personas, según el PMUS.

Quizá les resulte un caso ajeno, pero hay muchos casos como este: polos de interés cercanos físicamente, pero aislados por mala planificación de los accesos. Es una pena: es un problema realmente fácil y barato de solucionar, si de verdad alguien quisiera arreglarlo.

Queridas administraciones: cuando planeéis accesos a cualquier tipo de infraestructura, tened la bondad de acordaros de los peatones y los ciclistas. Existimos.

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Los itinerarios propuestos por Google Maps. Imagen copyright de Google.

Si uno quiere ir del Ayuntamiento de Logroño al Polígono de Cantabria, el principal escollo a salvar es el río Ebro, que en Logroño se puede cruzar a través de cuatro puentes y una pasarela peatonal. Google Maps indica que hay 5 minutos y 2,8 kilómetros en coche. Pero a pie hay 45 minutos y 3,5 kilómetros: hay que dar un rodeo de 700 metros para evitar la autovía. Y en bicicleta, aunque teóricamente se podría, hay que elegir entre circular por el arcén de una autovía o por una carretera regional sin arcenes. 

En cualquier otro recorrido, 3 kilómetros podrían hacerse a pie en unos 40 minutos y en bici en menos de 20. Pero ninguna de las rutas al Polígono permiten caminar ni ir en bici con seguridad. Y esto es así por mala planificación o dejadez de varias autoridades, el Ayuntamiento de Logroño, la Comunidad Autónoma de La Rioja y el Ministerio de Fomento, titulares de las distintas vías, que no han sido capaces de encontrar una solución a los desplazamientos a este destino.

Volvamos al recorrido. La entrada es larga: disculpen ustedes la extensión, pero nos parece necesaria. Continuar leyendo «Logroño: el extraño caso del polígono inaccesible»

Madrid: BiciMAD, opiniones para todos

Desde la puesta en marcha del sistema de bici pública BiciMAD en Madrid a finales de junio, han ocurrido muchas cosas malas y muchas cosas buenas. La mejor, sin duda, es que se oye y se lee hablar de bicicletas urbanas en medios generalistas desde el punto de vista del transporte. Y eso es bueno. Aunque sea para quejarse y protestar.

No es que la bici pública sea nueva en España; en Sevilla o Barcelona funciona con normalidad, es decir, con éxito. En muchos otros sitios funciona de forma mediocre y en algunos ha cerrado (Alicante o Vitoria, por ejemplo). Como Madrid tiene cierta vocación de ombligo del país -por eso de que la mayoría de medios y grandes empresas tienen ahí su sede- cualquier cuestión local tiene más posibilidades de colarse en las noticias y hacer ruido.

Como tenemos sede en provincias, no nos atrevemos a decir nada del sistema, más allá de lo que podemos medir (como el coste para el Ayuntamiento). Hemos leído y visto de todo. Se lo vamos a intentar resumir para que se hagan ustedes una idea.

La puesta en marcha: un desastre

Hay unanimidad. La puesta en marcha del BiciMAD ha sido caótica. Partiendo de un retraso de varias semanas sobre la fecha prevista, lo que supuso que algunas bases fueran vandalizadas antes de empezar a funcionar, cuando finalmente arrancó lo hizo regular tirando a mal. Hemos visto casi de todo: tótems sin conexión a las bases de datos, servidores web caídos, aplicaciones para móvil sin ninguna seguridad, porno en las pantallas… Y lo peor, bicis inmovilizadas en las bases porque muy poca gente tenía tarjeta de usuario, y quien sí la tenía no la lograba hacer funcionar.  Continuar leyendo «Madrid: BiciMAD, opiniones para todos»

Colaboración: manifiesto en defensa del coche

Estrenamos sección de colaboraciones con un texto de Màrius Navazo, de GEA21, originalmente publicado en catalán en el número 59 de la revista Mobilitat Sostenible de la asociación catalana PTP (Promociò del Transport Públic) y luego ampliado y traducido al castellano en la revista La Ciudad Viva. 

No se asusten por el título, no nos hemos vuelto locos…


Manifiesto en defensa del coche

Màrius Navazo

1. Un vehículo urbano muy lento

El coche en ciudad es un vehículo muy lento. Sólo hay que seguir anualmente los resultados de las carreras urbanas del transporte que organiza la Asociación para la Promoción del Transporte Público de Barcelona, dónde se observa que el coche en muchos casos es más lento que la mayoría del resto de modos [1. Carrera de movilidad sostenible, PTP].  De hecho, en algunos trayectos se clasifica en última posición, lo que quiere decir que llega ¡¡¡por detrás del peatón!!! Y esto no sólo sucede en Barcelona ciudad (2.000.000 habitantes), sino que se agudiza en ciudades de menor tamaño como Hospitalet de Llobregat (400.000 habitantes) o Sabadell (200.000 habitantes). Por lo tanto, es urgente la implantación de soluciones para que este invento emblemático del siglo XX se vuelva competitivo en nuestra realidad urbana contemporánea.

Si la vía se colapsa, el coche se vuelve lento.
Si la vía se colapsa, el coche se vuelve lento. Imagen de Barcelona (fuente).

Desde la perspectiva del usuario, a menudo la competitividad del coche se mide según su fiabilidad y el ahorro de tiempo respecto de los otros modos de transporte. Ciertamente, el coche contiene el potencial de ofrecer ambos aspectos, pero siempre y cuando en aquel momento haya un número reducido de coches en circulación. Si no es así, la competitividad del coche se desvanece completamente. Y esto es precisamente lo que sucede cotidianamente en los momentos en que la sociedad más necesita moverse (horas punta), restando garantizada la competitividad del coche sólo durante las horas valle. Por lo tanto, la aportación beneficiosa del coche a los individuos y a la sociedad es limitada porque su uso masivo lo vuelve lento e impredecible precisamente en los momentos de máxima necesidad social de desplazamientos, agravando con la congestión viaria determinados problemas colectivos de salud pública y ambiental. El reto, entonces, es conseguir que el coche sea competitivo también en hora punta, y tanto desde una perspectiva individual como colectiva, garantizando que sus aspectos positivos afloren, a la vez que se minimice la aparición de efectos negativos. Y para ello, es necesario asegurar que el uso del coche no sobrepase aquel umbral de uso masivo a partir del cual sus aspectos positivos se desvanecen y se manifiestan con fuerza los aspectos negativos.

2. Devolver la fiabilidad al coche

La receta tradicional para mejorar la movilidad en coche ha sido -y en muchos aspectos sigue tristemente siendo- aumentar la capacidad y gratuidad de la red: más vías, mayor prioridad en las intersecciones, más aparcamiento y menos peajes. Pero décadas de inversiones en este sentido no han conseguido mejorar la competitividad del coche. Así pues, la solución no puede centrarse en ofrecer más capacidad y gratuidad, sino más fiabilidad. Aquello que verdaderamente puede devolver la competitividad al coche es que sus usuarios conozcan con fiabilidad cuánto tiempo tienen que destinar a un trayecto y la hora a la que llegarán a destino, sin estar sujetos a la impredecibilidad hoy asociada a la red viaria. Y la fiabilidad sólo puede conseguirse reduciendo la congestión viaria y garantizando el aparcamiento. Continuar leyendo «Colaboración: manifiesto en defensa del coche»

Fallados los premios europeos de movilidad sostenible: premio a Rivas-Vaciamadrid

El logo de la inciativa
El logo de la inciativa

El día 24 de marzo se fallaron los premios europeos de movilidad sostenible 2013 (SUMP, Sustainable Urban Mobility Plan) que forman parte de la iniciativa Do the Right Mix de la Comisión Europea (algo así como «consigue el mejor reparto», una especie de broma no muy graciosa con el reparto modal). Bueno. Lo intentan.

El premio al ganador son 10.000 euros, que para el presupuesto de una ciudad no son gran cosa, pero pesa también el prestigio. Y seguro que al cuerpo técnico de Rivas-Vaciamadrid le habrá gustado que se reconozca su labor, además de los beneficios que disfrutan ya sus ciudadanos. Los otros finalistas han sido la ciudad de Vitoria-Gasteiz. de la que ya hemos hablado alguna vez, y Estrasburgo, en Francia.

En la página de los premios pueden consultar el extracto de las iniciativas tomadas por cada ciudad, que al final es de lo que se trata. De Rivas-Vaciamadrid el jurado destaca que han sabido integrar a los distintos grupos sociales en las iniciativas que han desarrollado, y que han creado grupos intersectoriales con los que tratar cada necesidad. Destacan como intervenciones concretas el programa Rivas Viva para fomentar la salud general de la población, y el de caminos escolares seguros para animar a los escolares (¡y a sus padres!) a caminar de casa al cole.

Los otros finalistas también tienen cosas que contar. Continuar leyendo «Fallados los premios europeos de movilidad sostenible: premio a Rivas-Vaciamadrid»

Circule por la calzada: es cuestión de egoísmo y comodidad

Que no, que por la acera no vamos bien en bici. No se circula con comodidad.

Y no me refiero a esos molestos peatones que insisten en caminar por ahí como si fuera su sitio legítimo.* Es una cuestión mucho más sencilla, de velocidades y trazados.

Verán, una bicicleta, salvo que lleve ruedines,** requiere una velocidad mínima para mantenerse en equilibrio, algo superior a la de un peatón a buena marcha. A ojo, un peatón que camine rápido circula a unos 6 Km/h y una bici requiere 8 Km/h de mínima. Es una cuestión de física un tanto complicada de explicar, pero patente en el uso: en bici siempre iremos más rápido que los peatones. Si circulamos «a paso de persona», como proponía el antiguo código de la circulación, tendremos que hacer equilibrios con el manillar para no caernos.

Y eso hablando de mínimos: en ciudad, un recorrido en bicicleta se hace a aproximadamente 15 Km/h de media, contando paradas, con puntas de 30 o incluso 40 Km/h si pilla una buena racha. Son cifras medidas en Copenhague, pero no difieren mucho en el resto del mundo. Recordemos que el 56% de los ciclistas de allá declaran elegir la bici por velocidad, 37% por comodidad y 29% por ahorro, no por ecología ni otras cuestiones etéreas.

Así que cuando se proyecta una vía de este tipo, entre las cosas a tener en cuenta es que se pueda circular a velocidades útiles y cómodas.

Velocidades de proyecto para vías ciclables según manual de Cataluña
Velocidades de proyecto para vías ciclables según manual de Cataluña

Los (buenos) manuales técnicos de ayuda a los planificadores urbanos lo saben y recomiendan velocidades objetivo para el diseño: por ejemplo, el manual de Cataluña recomienda mínimos de 30 Km/h en pistas de uso exclusivo de bicicletas. Y a su vez, esta velocidad objetivo del diseño requiere unos radios de giro mínimos para las curvas.

Radio de curvatura de una curva en una función. De Wikipedia.
Radio de curvatura de una curva en una función. De Wikipedia.

Una curva muy pronunciada (de poco radio) ha de tomarse a poca velocidad; una más «abierta» (de mayor radio) podrá hacerse más rápido. Si tomamos una curva muy pronunciada a alta velocidad, nos saldremos de la vía. Tienen una explicación más detallada en Cifras y Teclas (donde además les hablan de la clotoide, una curva de radio variable que se usa mucho en carreteras). Los técnicos de movilidad que hacen las cosas bien*** saben esto y planifican los trazados de las vías en consecuencia. Al menos, en las calzadas y carreteras es así: todas las curvas muy pronunciadas tienen indicadores de velocidad máxima, y las autovías y autopistas tienen requisitos muy estrictos respecto al radio mínimo de sus curvas.

Radios mínimos propuestos para curvas en vías ciclistas, según manual de Cataluña
Radios mínimos propuestos para curvas en vías ciclistas, según manual de Cataluña

Pero a algunos técnicos no les dejan hacer las cosas bien, o no se aplican a conciencia con las vías para bicis, y a veces les salen barbaridades y chapuzas que luego no son cómodas para ciclistas. Continuar leyendo «Circule por la calzada: es cuestión de egoísmo y comodidad»