En la primera entrada, Cecilia nos contaba por qué prefieren vivir sin coche. Ahora nos explica cómo lo hace: a veces no tener coche es difícil, por poco habitual, por falta de transporte público, o porque las expectativas de los demás son diferentes. Puedes leer más reflexiones de Cecilia en su blog Belleza en bici.
Se puede vivir sin coche: el cómo
Cecilia (@looking4green)
Vivir en Madrid sin coche cuando eres soltero o no tienes hijos es muy fácil. Las infraestructuras públicas, a pesar de que hay mucho que mejorar, son bastante buenas y además con tu bicicleta -sola o combinada con transporte público- llegas a cualquier parte. Pero cuando tienes un hijo, al principio te limita un poco el radio de acción. A veces la gente puede no entender que no quieras llevar al niño de visita rociera, de casa de un familiar a otro, porque tardas mucho más que si fueras en coche. Pero una vez lo aceptan, no hay ningún problema. Hay desplazamientos que no puedes hacer, y punto. Por ejemplo, ir de visita todos los fines de semana a casa de un familiar que vive en el extrarradio de la ciudad. O ir a esa boda o bautizo que se celebra en un restaurante en la carretera de Barcelona. Eso que nos ahorramos, la verdad. No tener coche no limita nuestras vidas: vivimos la vida que queremos, por decisión propia.
A mi me hubiera estresado de verdad conducir de un lado a otro con mi bebé en la parte trasera del coche. Si vives en una ciudad pequeña, un paseo con el carrito o la mochila portabebés no hace daño a nadie, y cuando existe transporte público, sólo tienes que informarte bien de las opciones que te ofrece (ascensores para discapacitados en el metro, sillitas portabebés en el autobús, billetes gratuitos…) y aprovecharlas al máximo. Continuar leyendo «Se puede vivir sin coche (II)»