Volvemos a hablar de Francia. El programa de pagos por ir al trabajo en bici,indemnité kilométrique vélo (IKV), lanzado en pruebas en 2014, ha recibido evaluación de la ADEME francesa, agencia de energía y medio ambiente, que ha publicado recientemente las conclusiones.
El programa IKV ha logrado incrementar significativamente el uso de bici y la actividad física de los empleados, pero tiene algunas peculiaridades. No ha funcionado tan bien allá donde el transporte público es bueno, y no ha logrado bajar a muchos usuarios del coche: la mayor parte de sus beneficiarios (54%) usaban antes el transporte público y solo el 5% iban en coche.
Vamos a los detalles, que es donde está el diablo.
En noviembre de 2012 comenzó en Estrasburgo un periodo de prueba de multas a precio reducido para ciclistas, otro ejemplo de adaptación de la normativa a las particularidades de este vehículo. Lo cuentan en Rue89 Strasbourg, donde también explican si funcionan o no.(Spoiler: parece que sí funcionan, pero no son el único factor con influencia).
En lugar de los 90 € que pagan otros conductores, las multas reducidas a ciclistas tienen un coste de 45,60 € y se aplican a varias infracciones del Code de la route francés (su ley de tráfico):
Saltarse un semáforo en rojo o una señal de stop
Circular en sentido prohibido
Circular bajo los efectos del alcohol
Usar teléfono móvil
Circular en zona peatonal en horas no autorizadas
No ceder el paso a un peatón
En Estrasburgo achacan a los nuevos precios un aumento en el número de multas impuestas,una reducción en la cantidad de accidentes con ciclistas, de 108 en 2012 a solo 67 en 2013, y sobre todo una caída del 18% en la cantidad de accidentes en que los ciclistas son responsables, según citan en Libération. O al menos eso dicen la policía municipal y el Consejo Nacional francés de Seguridad Vial (CNSR), que ha recomendado extender el programa al resto del país. Faltan por valorar cuestiones jurídicas para que la medida se pueda adoptar, según Le Monde.
Después de tener que desmentirlo, contar la primera vez que se valoró la posibilidad y el periodo de prueba al que se sometió, podemos afirmar por fin que en Francia van camino de permitir a las empresas el pago de los desplazamientos en bicicleta de sus empleados. Lo cuenta la ministra de ecología, desarrollo sostenible y energía, Ségolène Royal, en un vídeo de TF1.
Pero no se lancen ustedes a buscar trabajo en Francia: de momento, la nueva ley ha sido aprobada por la Asamblea nacional -el parlamento- y debe ser aprobada por el Senado. Aún falta para que se haga efectiva. La intención del ejecutivo francés es que esté en vigor en primavera de 2015, antes de la cumbre sobre el clima COP21 que se celebrará en París a final de ese año.
Y por otra parte, las empresas podrán pagar esos gastos si lo desean: no existe obligación. Ahora bien, habrá ventajas fiscales para empresas y empleados, al estar estos importes exentos de cotización social. Los importes por kilómetro los fijará el gobierno por decreto.
Resumiendo, una buena noticia, aunque aún falte para que se aplique y aunque lleve mucho tiempo en vigor en otros países.
Las bicis son vehículos y como tales, en ausencia de carriles específicos, deben circular por la calzada. Pero aunque son vehículos, tienen sus peculiaridades: les cuesta más arrancar que a los vehículos que llevan motor, se mueven a menor velocidad…
Podemos considerar que merecen tratamiento especial y que se anime a su uso porque las externalidades del uso de bici, esto es, las consecuencias para terceros, son en general positivas: solo pueden causar problemas en su almacenamiento, como ya saben en Ámsterdam o Copenhague. Todo lo demás es bueno para la sociedad: no producen ruido ni gases, contribuyen a mejorar la salud de sus usuarios, en caso de accidente producen menos daños que los vehículos a motor, facilitan una circulación más lenta en ciudad -y por tanto también ayudan a reducir la siniestralidad- y si consiguen retirar vehículos a motor de las ciudades, también hacen más fluido el tráfico.
Del 2 de junio y hasta noviembre entra en marcha en Francia una prueba del pago de gastos por desplazamientos en bicicleta, de forma muy controlada. De momento participan 19 empresas y organismos públicos que cuentan con unos 10.000 empleados. Dos tercios de estos corresponden a una sola empresa, la mutua de seguros MMA, con sede en Le Mans; hasta la fecha, solo el 2,6% de sus trabajadores acude en bicicleta al trabajo. El gobierno francés ha publicado una lista completa de las empresas que participan.
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