El próximo 19 de abril es el día mundial de la bicicleta, escogido por una particular experiencia del químico Albert Hoffmann. Este año, aunque de forma más discreta que en convocatorias anteriores, se celebran eventos en varias ciudades. Si sabes de alguno, no dudes en compartirlo en los comentarios.
Madrid
En Madrid,la red de aparcamientos seguros de bici Don Cicleto cumple un año. Lo celebran con una bicicletada desde la Plaza Santa Ana que terminará en picoteo. La red cuenta con varios aparcamientos repartidos por el centro.
La Universidad de La Laguna convoca el día 16 una marcha cicloturista para animar a sus estudiantes, trabajadores y en general a todos los residentes a desplazarse en bicicleta.
En la eterna discusión sobre si hacer carriles bici o node la que empezamos a hablar en agosto, muchos usuarios avanzados esgrimen como argumento que «no los necesitan». Se desprecia la percepción del riesgo de quien considera necesario un carril bici y se exige que la gente aprenda a usar la calzada, como tuvieron que hacer ellos.
Potenciar el ciclismo urbano pasa necesariamente por incorporar a colectivos no usuarios al mismo. La estadística indica que entre los ciclistas urbanos hay muchos hombres, de entre 30 y 40 años, con estudios universitarios. Pero hay menos mujeres, niños y mayores en bici por la ciudad. Si aparentemente las condiciones son buenas en calzada, el riesgo es bajo y la gente tiene la voluntad, ¿por qué no aumenta el número de ciclistas en el reparto modal?
Es conveniente pensar en la gente que no usa la bici en ciudad. ¿Por qué no lo hace? ¿Es siempre por distancia? ¿O hay otros motivos que le están impidiendo dar el paso? Es una pregunta que se ha realizado en muchos estudios.
El riesgo real y el riesgo percibido
Parte de la respuesta está en la diferencia entre el riesgo real y el riesgo percibido. Empezaremos con definiciones:
Riesgo real es la valoración mediante instrumentos estadísticos del daño potencial de una actividad y la probabilidad de sufrirlo. Es un dato objetivo.
Riesgo percibido es la valoración que hace el individuo de una actividad. Puede estar basada en multitud de parámetros, “como el grado de voluntariedad en la exposición, el potencial catastrófico, el conocimiento o la controlabilidad”[1]. Es un dato subjetivo.
Esta manera de clasificar los riesgos es puramente formal, ya que la supuesta objetividad también depende de juicios de valor realizados por un experto[2] y por tanto tiene parte de subjetividad. En cualquier caso, el riesgo percibido es en el que nos basamos todos a la hora de tomar decisiones, ya sea de movilidad, de salud o de economía.
El riesgo percibido no está siempre por encima del riesgo real, ni mucho menos. Tampoco, tal y como tomamos decisiones, conocer el riesgo real ajusta de manera automática el percibido.
Uno de los ejemplos más claros es el del miedo al avión. Estadísticamente, está claro que el avión comercial es el medio de transporte más seguro, mientras que en coche privado la probabilidad de sufrir un accidente es varios órdenes de magnitud mayor. En Estados Unidos, por ejemplo, es 75 veces más probable morir en accidente de coche que en accidente de avión,según el National Security Council. Pero montar en coche es un acto casi diario y subir a un avión es una experiencia relativamente rara, así que en general subestimamos el riesgo de ir en coche y exageramos el del avión.
Constantemente tomamos decisiones basándonos en parámetros subjetivos, también cuando optamos por ir a trabajar en coche, en metro o en bici. Evaluamos comodidad, rapidez, economía y, claro, también el riesgo, pero el percibido. Ni siquiera el tiempo de viaje, que parece un parámetro perfectamente medible, es un dato que evaluemos correctamente; muchos estudios han demostrado que estimamos a la baja el tiempo de aparcamiento, por ejemplo.
Este mes viene cargado de cosas que hacer en Madrid. Tenemos semana de la movilidad, un festival, una feria de bicis y un taller europeo. Si algo falta, comentad o mandadlo por el formulario de contacto y lo añadimos.
Calendario
Del 16 al 22 de septiembre: Semana europea de la Movilidad
Del 16 al 22 se celebra la Semana europea de la movilidad,que se centra en la intermodalidad,según recomienda la organización. En lugar de usar el coche sin pensar, los usuarios pueden elegir el modo de transporte más sensato y combinarlo con otros. Ir en bici hasta la parada de tren o metro, dejar la bici candada en la estación y caminar el último tramo hasta el destino, por ejemplo. Y las instituciones pueden facilitar este tipo de comportamientos, que sirve para aliviar tráfico y mejorar la salud poblacional.
En la primera entrada, Cecilia nos contaba por qué prefieren vivir sin coche. Ahora nos explica cómo lo hace: a veces no tener coche es difícil, por poco habitual, por falta de transporte público, o porque las expectativas de los demás son diferentes. Puedes leer más reflexiones de Cecilia en su blog Belleza en bici.
Vivir en Madrid sin coche cuando eres soltero o no tienes hijos es muy fácil. Las infraestructuras públicas, a pesar de que hay mucho que mejorar, son bastante buenas y además con tu bicicleta -sola o combinada con transporte público- llegas a cualquier parte. Pero cuando tienes un hijo, al principio te limita un poco el radio de acción. A veces la gente puede no entender que no quieras llevar al niño de visita rociera, de casa de un familiar a otro, porque tardas mucho más que si fueras en coche. Pero una vez lo aceptan, no hay ningún problema. Hay desplazamientos que no puedes hacer, y punto. Por ejemplo, ir de visita todos los fines de semana a casa de un familiar que vive en el extrarradio de la ciudad. O ir a esa boda o bautizo que se celebra en un restaurante en la carretera de Barcelona. Eso que nos ahorramos, la verdad. No tener coche no limita nuestras vidas: vivimos la vida que queremos, por decisión propia.
Anónimo japonés con su bici en el tren. Foto de Toshinori Baba en Wikimedia Commons.
A mi me hubiera estresado de verdad conducir de un lado a otro con mi bebé en la parte trasera del coche. Si vives en una ciudad pequeña, un paseo con el carrito o la mochila portabebés no hace daño a nadie, y cuando existe transporte público, sólo tienes que informarte bien de las opciones que te ofrece (ascensores para discapacitados en el metro, sillitas portabebés en el autobús, billetes gratuitos…) y aprovecharlas al máximo. Continuar leyendo «Se puede vivir sin coche (II)»
Quizá no todo el mundo pueda a día de hoy hacer su vida sin coche, pero igual que la de Melissa, en España hay familias que viven sin coche por elección propia.
Cecilia, a la que podréis encontrar también en Twitter o en su blog Belleza en bici, nos cuenta cómo y por qué su familia prefiere vivir sin coche.
Los «medios de transporte» más desgastados por la familia de Cecilia
Soy Cecilia, tengo 33 años, trabajo, estoy casada y tenemos un hijo de casi cuatro años. Vivimos en Madrid y no tenemos coche. Me apetece compartir nuestra experiencia para que la gente sea consciente de que es una posibilidad como otra cualquiera, y de que se vive bien y se es feliz sin coche. No tener coche no es un drama: para nosotros es una opción meditada y deliberada, una manifestación de nuestra forma de pensar y de cómo queremos vivir nuestra vida y educar a nuestro hijo.
No somos ricos, pero a costa de vivir en un piso muy pequeñito vivimos en el centro, lo que facilita las cosas. Y estamos bien así: por movilidad y calidad de vida nos compensa. Entiendo que en un pueblo quizá sería imposible vivir “una vida moderna” sin coche, a no ser que las comunicaciones en transporte público fueran buenísimas y hubiera muchos ciclocarriles entre pueblo y pueblo. Estoy dando ideas, ojo. Y todo es hacerse a la idea.
Cuando comento que no tengo coche, mucha gente pone cara de pena. En serio. Parece que si no tienes coche es porque no puedes, “pobrecitos, no les dará el dinero. Y por eso llevarán el niño a la pública…” Lo que de verdad ocurre es que con nuestro dinero hacemos una gestión consciente y tomamos decisiones conforme a nuestra forma de pensar. Según la persona con la que esté hablando y si viene al caso, me tomo la molestia de plantar semillita explicativa (“no, si es porque lo preferimos, no veas que bien sin coche, es mucho más cómodo porque tal y tal…”) o no. Nosotros somos felices sin coche porque es una decisión coherente con nuestras ideas, que si quieres, puedes definir como slow, ecologistas, o llámalo x, que cada cual puede adaptar a su vida como pueda o quiera. Continuar leyendo «Se puede vivir sin coche (I)»
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos de interés. Si sigues navegando, nos das tu consentimiento. De acuerdoAviso legal
Política de datos personales
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.