Padres, madres e hijos que montáis en bici: como ya sabréis, los menores de 16 años están obligados a llevar casco en todas las vías. Muchos estáis acatando la ley y poníendoles el casco a vuestros hijos, pero ¿se lo estáis ajustando bien?
Para que un casco pueda servir en caso de accidente, es fundamental que sea de la talla correcta y que esté bien colocado y ajustado.
Un casco mal ajustado o demasiado grande es prácticamente inútil. En general, un casco que no queda bien duplica el riesgo de herida craneal en caso de accidente, y llevarlo suelto lo triplica con respecto a un casco bien puesto (referencia: A systematic review of correct bicycle helmet use). Y según estudios de Estados Unidos, los niños llevan el casco mal puesto entre el 46% y el 100% de las veces. Sí: en un par de estudios, TODOS los niños llevaban mal el casco.
A mí no me parece necesario que el casco sea obligatorio para los menores, pero creo que tiene sentido que si lo usáis, lo hagáis bien. En mi ciudad estoy cansado de ver niños con el casco desabrochado o mal colocado. Y tampoco estaría de más que la DGT diera unas pautas a los padres para evitar malos usos. El casco debe quedar bien ceñido para ser eficaz.
La NHTSA norteamericana tiene una guía en castellano para elegir y colocarse el casco de bici. La reproducimos aquí con algún cambio menor.(*)
De cualquier modo, en una tienda especializada podrás pedir ayuda para elegir la talla y hacer el primer ajuste. Es una buena opción. En Mammoth.es, por ejemplo, se han molestado en grabar un vídeo explicando todo el proceso de ajuste.
Paso 1: la talla
Los cascos vienen en varios tamaños que varían según el fabricante. Mide la circunferencia de tu cabeza para obtener una talla aproximada. Pruébate el casco para asegurarte que te queda debidamente ajustado (o sea, que el casco no se deslice de lado a lado). Elige la talla que necesitas hoy: no lo compres demasiado grande, o no servirá.
Algunos cascos traen unas almohadillas adicionales para ajustar la talla del casco. Combina las almohadillas para lograr que quede cómodo, pero bien ceñido.
Si el usuario ha crecido, quita las almohadillas. Si el casco cuenta con un anillo de ajuste tipo universal en vez de almohadillas, ajusta el anillo para que quede cómodo, pero debidamente ajustado.
Decathlon también tiene un vídeo breve en que explica cómo medirse la cabeza y ajustarse uno de sus cascos.
Paso 2: la posición correcta
El casco debe de ir horizontal sobre la cabeza y cubrir parte de la frente. Para probar si tienes el casco puesto correctamente, coloca uno o dos dedos sobre tus cejas. Para quedar debidamente protegido, el casco debe tocar tus dedos.
Paso 3: ajuste en la barbilla (barbuquejo)
Centra la hebilla izquierda del broche para que quede bajo la barbilla. Puedes ajustar las correas desde la parte de atrás del casco para que la correa de la barbilla sea más larga o corta. Es más fácil ajustar las correas si no tienes puesto el casco.
Paso 4: ajuste de las correas laterales
Ajusta la corredera en ambas correas laterales para formar una “V” (debajo y enfrente de cada oreja).
De ser posible, fija la corredera para que quede fija en esa posición.
Paso 5: ajuste de la correa de la barbilla
Abrocha la correa de la barbilla.
Ajusta la correa hasta que el casco te quede debidamente ajustado, de modo que no puedas colocar más de uno o dos dedos entre la correa y la barbilla.
Paso 6: comprobando
A. ¿Está bien ceñido el casco? Abre la boca todo lo que puedas, como dando un gran bostezo. Tendrás que sentir que el casco te aprieta un poco la cabeza. Si no es así, vuelve al paso 5 y aprieta más la correa de la barbilla.
B. ¿Puedes mover el casco hacia atrás? ¿Se desplaza a más de dos dedos sobre las cejas? Si es así, está demasiado suelto. Desabróchatelo, y acorta la correa frontal. Vuelve a ajustar la correa de la barbilla y pruébatelo de nuevo.
C. ¿Puedes mover el casco hacia delante? ¿Llega a taparte los ojos? Entonces hay que acortar la correa de atrás, volver a ajustar la de la barbilla y repetir la comprobación.
A recordar
El casco debe estar certificado y cumplir la normativa EN 1078 (en Europa).
Si has tenido un golpe, o si el usuario ha crecido y ya no le cabe, debes cambiar de casco. El fabricante puede sugerir que lo cambies pasado un periodo de tiempo: lee las instrucciones.
En general, los cascos son sensibles al calor extremo: no los dejes al sol, en el coche en verano o cerca de una fuente de calor (calefacción, lavavajillas…) porque se pueden deteriorar.
(*) La NHTSA es parte del gobierno norteamericano y en general las obras gubernamentales están exentas de copyright.