Un Real Decreto del Ministerio de Industria del 12 de diciembre de 2014 lanza un reglamento de infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos, según informa la Referencia del Consejo de Ministros de la Moncloa.
El reglamento exige la instalación de cargadores o preinstalación de estos en los edificios y aparcamientos de nueva construcción, y además en la vía pública según las plazas previstas en los PMUS. Concretamente, para vivienda se exigen los tubos y canalizaciones y para aparcamientos un cargador por cada cuarenta plazas.
La justificación del reglamento, según la nota de prensa, es la siguiente:
La aprobación de esta norma comportará beneficios medioambientales (reducción de emisiones de CO2); en política industrial (sectores de automoción y de equipamiento eléctrico), en política comercial por la reducción del déficit comercial a causa de importación de productos petrolíferos, en movilidad urbana, calidad de vida y unidad de mercado.
No nos parece ni bien ni mal que se exija este tipo de instalaciones, pero sí entendemos que hay un problema comparativo con las dotaciones para bicicletas. Salvo excepciones en algunas comunidades, como Andalucía, donde la ley de movilidad sostenible exige la instalación de al menos dos plazas de bicicleta por vivienda, en general la instalación de aparcabicis depende de la voluntad y capacidad de los ayuntamientos, promotores de viviendas y comunidades de vecinos. Algunos se esfuerzan más y otros ignoran este problema.
Y parece que en muchos casos la voluntad no es suficiente. Solicitar la instalación de aparcabicis es relativamente sencillo en ayuntamientos que comprenden esta necesidad, pero si hay que pedirlo a la comunidad de propietarios o si el ayuntamiento no está concienciado con este tema, la cuestión se complica.
Recordemos que según el estudio de la Ciudad Universitaria de Madrid que exponía motivos de uso de la bicicleta, la seguridad percibida frente a vandalismo o robo de las bicicletas es uno de los factores con más peso en disuadir a la gente del uso habitual de la bici como medio de transporte. Disponer de aparcabicis seguros en casa, el trabajo y la calle es un requisito esencial para que la bici se popularice.
Al menos los ayuntamientos tienen en esta instalación obligatoria una oportunidad: ¿por qué no incluir aparcabicis anexos a los cargadores de las vías públicas? Si la intención de la norma es reducir emisiones de CO2, importaciones de petróleo y mejora de movilidad urbana y calidad de vida, la bicicleta responde aún mejor que el vehículo eléctrico. Y los aparcabicis son baratísimos. ¡No hay color!