Hablábamos el otro día de que España no sale mal del todo en la «foto» de la accidentalidad urbana. Pero salir bien en la foto no quiere decir que sea tolerable la cantidad de accidentes, ni su resultado.
Hay muchos motivos para bajar el límite de velocidad máxima en ciudad. Uno muy poderoso es que se reduciría el número de muertos y heridos graves por atropello.
En caso de atropello a 30 km/h, se calcula que sobrevive el 95% de los peatones atropellados. A medida que sube la velocidad, cae la tasa de supervivencia: en caso de atropello a la velocidad límite legal de 50 km/h, sobrevive solo el 45%.
Esa diferencia, en un país en que se registran decenas de miles de atropellos en ciudad, supone que se dejarían de segar muchas vidas.
Car speed and pedestrian crash survival #RoadSafety #Mobility #SmartCities pic.twitter.com/yasYl2oDoS
— Xavi Delgado (@xavier_delgado) June 22, 2015
En los 21 años comprendidos entre 1993 y 2013, en España, sufrieron un atropello 227.217 personas, fallecieron 7.678 y fueron heridas graves 50.342. Son casi 30 atropellos, una muerte y más de 6 heridos graves cada día. Si ocurrieran uniformemente, sería un atropello cada 50 minutos en algún punto del país.
Si los números les dejan fríos, imagínenselo así: en 21 años, ha muerto más gente que personas viven en Morata de Tajuña, Madrid.(1)
Han sufrido heridas graves casi tantas personas como habitantes tiene Puertollano, Ciudad Real.(2)
Imaginen pueblos enteros borrados del mapa, poblaciones enteras en el hospital. Porque es así de grande la magnitud de la sangría.
Como ocurre poco a poco, y en todo el país, no nos damos cuenta. Pero ocurre.
Puede que algunos piensen que bajar la velocidad máxima «complicaría» el tráfico. Pero la realidad es que es el abuso del coche, más que la velocidad máxima, la que causa congestión. Y esa congestión es la que hace al coche un vehículo lento en ciudad, no la velocidad máxima que pueda alcanzar.
Quizá les sorprenda que hablemos de siniestralidad peatonal en un blog de bicis, pero creemos que la bici debe sustituir al abuso de coche privado y nunca a caminar. Lograr ese objetivo no puede hacerse sin ponerle coto al abuso del coche privado, que colapsa las ciudades, ensucia el aire, hace ruido y engorda. Y como contamos hoy, mata y hiere, directa e indirectamente.
En ciudad, necesitamos menos coches que circulen más despacio. Nos va la vida en ello.
(1) 7.678 fallecidos frente a 7.452 habitantes de Morata de Tajuña, Madrid.
(2) 50.342 heridos graves frente a 50.608 habitantes de Puertollano, Ciudad Real.